El radio no es necesario para las funciones biológicas de los organismos vivos, y es probable que tenga efectos adversos para la salud cuando se incorpora a procesos bioquímicos debido a su radiactividad y reactividad química.
Al 2014 aparte de su uso en medicina nuclear, el radio no tiene aplicaciones comerciales.
Entonces produjeron una mezcla radioactiva hecha principalmente de bario que daba un color de llama rojo brillante y líneas espectrales que no se habían documentado anteriormente.
Durante los años 1930 se descubrió que la exposición de los trabajadores a pinturas luminiscentes causaba serios daños a la salud como llagas, anemia o cáncer de huesos.
Es luminiscente (dando un color azul pálido), se corrompe en agua para dar hidróxido de radio y es ligeramente más volátil que el bario.
Hay grandes depósitos de uranio en Ontario, Nuevo México, Utah y Australia, entre otros lugares.
El uranio había sido extraído por disolución en ácido sulfúrico dejando sulfato de radio, que es similar al sulfato de bario pero aún menos soluble en los residuos.
Más tarde, pequeñas empresas compraron relaves mineros de las minas Jáchymov y comenzaron a aislar el radio.
En 1904, el gobierno austriaco nacionalizó las minas y dejó de exportar mineral en bruto.
[8] Los principales países productores de radio son Bélgica, Canadá, la República Checa, Eslovaquia, el Reino Unido y Rusia.
[1] Radioisótopos descubiertos recientemente, como los de cobalto-60 y cesio-137, están reemplazando al radio, incluso en estos limitados usos, dado que son más potentes y más seguros de manipular.
A nivel biológico se encuentra concentrado en los huesos y puede reemplazar al calcio.
Otros usos son: Las personas que lo consumían sufrían de envenenamiento, como fue el caso del deportista Eben byers a quien se le desprendió la mandíbula a causa de esto.
El radio también se mezclaba con pastas dentales, chicles, cremas y una infinidad de cosas más.
Las trabajadoras los pintaban con una pintura llamada undark hecha a base de este elemento, pero no sabían que este material era peligroso ya que chupaban los pinceles para pintar los relojes con precisión.