El aspecto blanco opaco y su alta densidad se aprovechan en sus principales aplicaciones.
Se utiliza con mayor frecuencia en la obtención de imágenes del tracto GI.
Se administra por vía oral, o por enema, como una suspensión de partículas finas en una solución espesa similar a la leche (a menudo con agentes edulcorantes y aromatizantes añadidos).
Debido al relativamente alto número atómico del bario (Z = 56), sus compuestos absorben los rayos X con más fuerza que los compuestos derivados de núcleos más ligeros.
En la pintura al óleo, el sulfato de bario es casi transparente[cita requerida], y se utiliza como relleno o para modificar la consistencia.
La capa baritada limita la penetración de la emulsión en las fibras del papel y hace que la emulsión sea más uniforme, lo que da lugar a colores negros más uniformes.
[6] A continuación, puede haber otros revestimientos para fijar y proteger la imagen.
La barita también se ha utilizado para abrillantar papeles destinados a la impresión por chorro de tinta.
Estos compuestos también se utilizan como materiales de blindaje contra los rayos X debido a su mayor radioopacidad.
[cita requerida] El sulfato de bario se utiliza en las pruebas del suelo.
El sulfato de bario que se añade a la mezcla se une a estas partículas, haciéndolas más pesadas para que caigan al fondo, dejando una solución más clara.
Su baja solubilidad se aprovecha en análisis inorgánicos cualitativos como prueba para iones Ba2+, así como para sulfato.
Los japoneses recolectaron estos elementos para usos industriales y también desarrollaron decenas de "baños termales terapéuticos" en la zona.