La imagen se rompió en un total de ochenta y dos pedazos, abriéndose a su vez una enorme grieta que la recorría en sentido vertical como consecuencia del fuerte impacto que sufrió al caer al suelo desde la hornacina.
Los demás trozos fueron hallados sobre la alfombra que cubría el suelo, como la base, dividida en varios fragmentos, y los objetos e imágenes en miniatura que servían de acompañamiento a la talla.
[3] La reparación, la cual contó con el beneplácito de Mariano Benlliure, escultor por el que Ponsoda sentía una gran admiración, fue acometida en las dependencias de la catedral tal y como atestigua una fotografía procedente del archivo personal del artista, en la que se puede ver a Ponsoda junto a la talla y frente a los grandes armarios que decoraban la sacristía.
Al igual que Uribarri, el alcalde José Cano Coloma solicitó la asistencia de voluntarios para sofocar las llamas, maniobra que sin embargo resultó inviable debido a la imposibilidad de acceder al interior del templo, el cual estuvo ardiendo toda la jornada del 21 de julio, acudiendo el alcalde y varios empleados y funcionarios del archivo municipal a la seo al día siguiente para recuperar todos los objetos que lograron salvarse del fuego, piezas que fueron llevadas al ayuntamiento.
La que se venera hoy en la Santa Iglesia Catedral Metropolitana la hice por mi cuenta recordando aquella en acción de gracias».
[8] Este lienzo, el cual muestra a la Virgen con una iconografía diferente a la talla ya que aparece rodeada de ángeles mancebos tocando diversos instrumentos musicales, fue pintado por Vergara en la misma época en que Bonet creó la Purísima Concepción, siendo retocado y restaurado por el propio pintor el 14 de octubre de 1788.
[9]: 119 La actual imagen exhibe las manos juntas al igual que la anterior en señal de oración al tiempo que pisa la serpiente ubicada sobre la esfera, de la que parten los extremos de una luna creciente junto con tres serafines y dos querubines en ambos extremos y dispuestos sobre nubes, portando uno la azucena y otro el espejo.