En una prestigiosa revista de la época titulada Ribalta, del año 1946 decía del escultor: Pio Mollar Franch es un viejo maestro joven, respetado, admirado y querido de todos.[1] Cursó estudios artísticos en la Real Academia de San Carlos, donde tuvo por maestros a los escultores Modesto Quilis y Miguel Blay.Su obra es muy extensa, cultivando la estatuaria en mármol, bronce y madera policromada.También practicó la decoración artística en madera tallada, con diversos estilos y órdenes, habiendo realizado en su taller más de 800 obras entre las que existen altares, retablos y otros trabajos complementarios de templos.Ávila Nuestra Señora del Consuelo, Ermita de San Esteban, 1923.
Inmaculada del monasterio de Guadalupe,
Cáceres
(1935).