Juan (heredero de los Reyes Católicos)

Sin embargo, nadie apostaba demasiado por la vida del príncipe en sus primeros años.Era un niño apacible, de gestos corteses, amante del arte, la poesía y la música.[3]​ La leyenda atribuyó su inesperado y súbito fallecimiento a la gran pasión marital que sentía por su esposa.El poeta, dramaturgo, músico y humanista Juan del Encina le dedicó entonces un famoso planto, "Triste España sin ventura": Unos meses después, su mujer Margarita perdió el hijo que esperaba de Don Juan.El sepulcro fue profanado durante la Guerra de la Independencia y se perdieron los restos mortales del príncipe.
Sepulcro del príncipe Juan en el Real Monasterio de Santo Tomás en Ávila.