Plato

Los platos de metal baratos, que son los más duraderos, siguen siendo comunes en el mundo en desarrollo.

La historia del plato se remonta a miles de años, evolucionando con la cultura humana, la tecnología y los materiales.

El concepto de "plato" tal como lo conocemos hoy probablemente comenzó en las civilizaciones antiguas.

A menudo eran finamente elaborados, con diseños intrincados, y en ocasiones se usaban en rituales funerarios.

Estos platos eran a veces sencillos, pero también podían estar bellamente decorados con escenas pintadas o talladas.

En la Edad Media (siglos V al XV), los platos se fabricaban principalmente de madera o peltre.

Las casas más adineradas tenían porcelana fina, a veces importada de China, que era muy apreciada.

Nuevas tecnologías, como la invención de la impresión a transferencia (que permitió la producción masiva de diseños en los platos), hicieron que fuera más fácil crear platos intrincados y decorativos a gran escala.

Algunos investigadores han puesto en duda la existencia de platos en la vajilla doméstica hasta el final del Medievo, dada su escasa presencia en los repertorios conocidos.

Así, se ha planteado la posibilidad de que estuvieran hechos de materia perecedera, o bien, que no se necesitasen (según Martín Gómez y Oliva Alonso no hay referencias etimológicas hasta el siglo XV).

Sea como fuere, el plato y similares recipientes aparecen en la cerámica islámica desde época temprana: los platos califales de Medina al-Zahra (siglo X y XI) estudiados por Pavón Maldonado; los ataifores, morfológicamente diferentes pero parejos en lo funcional, citados por Roselló Bordoy.

Platos de fayenza . Göreme (Turquía).
El plato vacío (1968), del pintor austriaco Hans Krenn (1932–2007).
Plato típico chino, con labio angosto. Porcelana Jingdezhen, dinastía Yuan , 1271–1368.
Un servicio de mesa completo de cerámica de Meissen.
"Num-pa -yu" (Iris Nampeyo), alfarera hopi ( Estados Unidos ), en 1900.