Consomé

El consomé (del francés consommé,[1]​ y a su vez del verbo consommer: consumir en español; significa consumido, reducido) es un caldo concentrado elaborado con carnes que se suele clarificar al final de la cocción para que quede transparente y sin impurezas.

Muestra de la buena fama de la que gozaban los consommés en el siglo XVII francés, el poema del escritor Paul Scarron (1610-1660) Chanson à manger ("Canción para comer") cita al consommé diciendo que al beberlo "si el cuerpo se queda encantado, el alma lo está aún más".

Se cocía durante seis horas en una olla bien cerrada, y Massialot recomendaba el caldo como reconstituyente para las personas enfermas o poco robustas.

[4]​ El consommé figuraba también en la primera edición del diccionario de la Academia Francesa de 1694, en el que el verbo consommer tenía entre sus varias acepciones: "Consumar carne, para decir, cocer tanto la carne que casi todo el jugo, toda la sustancia esté en el caldo."

Bajo esta denominación existen dos tipos de consomés posibles: Los consomés fríos suelen tener una textura gelatinosa (similar al Aspic) debido a la coagulación de la proteína presente en el caldo; por regla general suelen estar más concentrados en sabor que los que son servidos calientes.

Consumado.
Taza con consomé.