Clarificar es una técnica culinaria mediante la cual un caldo de aspecto turbio y oscuro se logra estabilizar en un aspecto más claro y cristalino.
En los caldos la clarificación se aplica a los roux.
Se suele mencionar la clarificación en la elaboración de gelatinas al procesarse y dejarse transparentes como es el caso de los aspics, o a los fondos mediante la aplicación de elementos clarificantes o mediante una cuidada cocción.
En el procesado del vino suele haber una clarificación que consiste en una limpieza y transparencia de la bebida final.
La manteca (y otras grasas) se clarifican al ponerlas en fuego lento hasta alcanzar los 60 °C, y posteriormente colándola en una servilleta (o cualquier tamizador) para que sea empleada en diversas preparaciones culinarias.