Toda la península, administrativamente, pertenece a la República Italiana, excepto los microestados de San Marino y Ciudad del Vaticano.
[13] En el siglo II a. C., el historiógrafo griego Polibio llamaba Italia al territorio comprendido entre el estrecho de Mesina y los Apeninos septentrionales, aunque su contemporáneo Catón el Viejo extendió el concepto territorial de Italia hasta el arco alpino.
[19] Afortunadamente, desde hace ya bastante tiempo, se están realizando nuevos esfuerzos desde cada campo para llegar a una coordinación de los resultados.
[19] Sin embargo, también se han manifestado diversos problemas procedentes de la misma metodología utilizada para el estudio, problemas que, desde luego, sólo se han hecho a la luz gracias a la aplicación misma, rigurosa y sistemática de dicha metodología.
[19] Con respecto al panorama lingüístico de Italia, su estudio lleva a conclusiones similares.
[19] Las comunidades de los ligures son las predominantes en la Italia primitiva, así como los pueblos itálicos —y especialmente los itálicos pertenecientes al subgrupo latino-falisco— constituyen el núcleo que, a través del latín, se impondría en época histórica por medio de la expansión romana.
Asimismo, se hablan otros dialectos e idiomas, tales como el grecocalabrés en el extremo sur de la península.