2005[9]), son peces dulceacuícolas y estuarinos que han habitado la Tierra desde la Era Mesozoica (Willey 1976[9]).
Hay registros fósiles de Lepisosteidos en Europa, Asia y América, pero solo en el continente Americano existen especies vivientes.
[10] Esto sugiere que en tiempos pasados estos peces tenían una distribución mucho más amplia comparándola con la actual.
Mismo que esta completamente encerrado en la armadura de escamas ganoideas (que tienen una capa ósea recubierta por otra capa de una sustancia parecida al esmalte), son grandes, gruesas, pesadas, rómbicas y yuxtapuestas (en forma de rombos) y no imbricadas (que no están superpuestas), la mayoría de los cuales están unidas como bisagras por una articulación, esta armadura reduce considerablemente la flexibilidad del cuerpo.
En el rostro, las mejillas están cubiertas de numerosas escamas pequeñas similares a placas delgadas.
Poseen una natación tranquila y lenta habitualmente, pero con una velocidad explosiva en el momento de lanzar un ataque a sus presas.
Se pueden encontrar en la mitad posterior del cuerpo algunos puntos oscuros de pigmento (pero en Lepisosteus osseus es muy variable y puede mostrar muchos puntos o ninguno); Lepisosteus oculatus difiere en que tiene grandes manchas marrones en el cuerpo y la parte superior de la cabeza.
Habitan cuerpos de agua con abundante vegetación acuática (Reséndez-Medina y Salvadores-Baledón 1983,[7] Bussing 1998,[8] Miller et al.
Los miembros de la familia de este pez son generalmente más pequeños que lepisosteiformes, tiene fosas nasales directamente delante de los ojos (en los lepisosteiformes las fosas nasales se ubican siempre en la punta del hocico); escamas pequeñas, delgadas, y no imbricadas, ganoideas; aletas pectorales colocadas en la parte media del cuerpo, con sus bases casi verticales (en una posición baja y casi horizontales en los lepisosteiformes); aleta caudal bifurcada y sin aletas mediales con escamas fulcrales que bordean el primer radio de la aleta.
Los Lepisosteus son más esbeltos, tienen una sola fila de caninos y unas agallas sencillas.
Hoy en día los lepisosteiformes se consideran más cercanos a los “osteíctios” (osteichthyes).
Por otra parte, los lepisosteiformes eran (y siguen siendo en algunas publicaciones científicas no actualizadas) incorrectamente incluidos en el orden de los Semionotiformes junto con dos familias extintas de peces; Semionotidae y Dapedidae[22] Posteriormente se estableció el origen parafilético de los taxones incluidos en el orden Semionotiformes por lo que se determinó era un grupo artificial (no-natural, sin fundamento evolutivo) y se le considera actualmente como inválido.
En clasificaciones más recientes, se ha establecido que los pejelagartos pertenecen al orden de los Lepisosteiformes,[17][23][24] que incluye además de los pejelagartos más recientes evolutivamente y a la extinta familia Obaichthyidae.
Son de crecimiento rápido y pronto mostrarán la larga mandíbula típica.
[6] Son depredadores oportunistas e ictiófagos estrictos, que capturan a los peces utilizando sus mandíbulas alargadas con un movimiento rápido.
[cita requerida] A pesar de que su carne es considerada por muchos una delicadez, sus huevos, a diferencia de los del esturión (caviar), están clasificados como altamente tóxicos para los seres humanos.
[29] La piel dura y escamas son utilizadas con diferentes fines por distintas culturas.