Se sabe que dicha especie ha hibridado de manera natural con el catán de la Florida (Lepisosteus platyrhincus) los híbridos resultantes se parecen en su aspecto a L. oculatus.
Los huevos son de color verde y tienen un recubrimiento adhesivo que los mantiene unidos a la vegetación acuática.
Es en este estadio de su vida en que los catanes son más vulnerables.
El istmo (proyección carnosa del cuerpo que separa las aberturas branquiales), con pequeños huesecillos osificados, de 15 a 24 branquiespinas pequeñas y en forma de pera en la fila exterior del primer arco branquial.
La parte superior de la cabeza con manchas grandes, oblongas y alargadas, pigmentación del cuerpo uniformemente oscura o con manchas gradualmente por encima de color marrón claro o marrón oscuro por debajo, por lo general con dos rayas de color café a ambos lados, una que corre como una banda sólida o una serie de manchas alargadas que parten desde el ojo hasta la aleta caudal y el otra en la parte inferior del cuerpo desde la aleta pectoral a la aleta caudal (esta banda ocasionalmente es disimulada por el pigmento oscuro uniforme en el vientre), los juveniles presentan rayas en los costados en lugar de puntos.
Actualmente L. oculatus es más común en las aguas del sur, como la cuenca del río Misisipi, desde el sur de Minnesota a Alabama y el oeste de Florida.
En 1990, de Estados Unidos a China; se desconoce si la especie ha establecido nuevas poblaciones.
[11] Moran en agua dulce y salobre, poseen un hábito demersal, por lo que se les observa en las partes bajas de los ríos, estuarios y lagunas costeras; al parecer, esta especies es menos tolerante a la salinidad elevada que Atractosteus spatula o Lepisosteus osseus.
Los pejelagartos son depredadores tope en la cadena alimentaria acuática de lagos y ríos.
[14] Sin dimorfismo sexual, las diferencias sexuales no son evidentes, pero las hembras tienden a ser ligeramente más grandes que los machos, se tiene reportada una longitud en la primera madurez de 40 cm, se sabe que desova en abril, mayo y junio.
Las tasas de desplazamiento fueron más altas durante el verano que durante el otoño y el invierno, y fueron mayores por la noche que en la madrugada en ambas estaciones.
La temperatura afecta en gran medida sus tasas de movimiento y su capacidad para patrullar su hábito hogareño.
Los sitios de desove incluyen las llanuras aluviales y los humedales con abundante vegetación acuática.
Dejan sus huevos en las hojas de las plantas acuáticas, estos son de color verde oscuro con un recubrimiento adhesivo que los mantiene adheridos a la vegetación acuática.
Los machos maduran a la edad de dos o tres años, mientras que las hembras maduran a los tres o cuatro años de edad.
[6] Esta especie se adapta bien al cautiverio, pero tiene requerimientos muy específicos.
Si se desea que el pez alcance un gran tamaño, es necesario montar un acuario de 800 L como mínimo, este deberá ser cuadrado o lo suficientemente ancho para que el espécimen pueda dar la vuelta sobre sí mismo (en los criaderos a gran escala se utilizan tanques de geomembrana circulares), además de requerir el espacio para nadar, en la acuariofilia de especies grandes a menudo se comete el error de mantener los peces en acuarios más largos que anchos, lo que estresa a los ejemplares y los hace más propensos a saltar fuera del tanque al ser asustados o a dañarse el hocico al chocar con el vidrio.
El rango de temperatura que soportan es amplio, va desde los 12° a 20 °C pudiendo tolerar un poco más 25° en verano.
Los parámetros del agua acostumbrados son un pH 7.0 y un DGH (grado de dureza general) de 25, estos parámetros pueden variar dada la extensa distribución geográfica y la plasticidad ambiental que la especie posee.
Su alimentación en cautiverio es costosa comparada con las de otras especies, es muy voraz y debe ser a base de alimento vivo peces, crustáceos, camarones y acociles, se les puede dar alimento comercial pero acostumbrándo a los ejemplares paulatinamente.
Su reproducción en cautiverio se ha logrado en granjas para cultivo, su reproducción empieza en primavera y se extiende hasta el verano, hasta 15 machos diferentes pueden aparearse en una misma temporada con la misma hembra dada la cantidad de huevos que libera durante el desove, esto ocurre en lugares donde el agua es baja y abunda la vegetación subacuática, muchas veces parte de los peces queda expuesta en la superficie al aparearse, por lo que es todo un espectáculo natural.
En los ejemplares de L. oculatus se encontraron altas concentraciones de metales pesados y compuestos orgánicos, lo que representa un riesgo en el consumo humano, pudiendo causar cáncer.
[20] Actualmente, la mayor causa del descenso biológico de especies es la destrucción del hábitat, L. oculatus no es la excepción, sin el hábitat necesario, los pejelagartos no pueden crecer, desarrollarse y reproducirse normalmente, resultando en una disminución de la población.
Los pejelagartos necesitan las áreas para desovar y ponen sus huevos en la vegetación acuática, sin el adecuado hábitat de desove sus huevos serán menos propensos a desarrollarse, a ser consumidos por artrópodos acuáticos u otros peces o serán más vulnerables a los depredadores o factores antropogénicos.
Es necesario realizar mejoras jurídicas internacionales que favorezcan la protección y regulen efectivamente actividades que afectan negativamente a los peces, como el llenado y el dragado de marismas, esteros y ríos lo que incrementa la destrucción de sus hábitats costeros.