Está localizado en la región sudeste del país, en las provincias Sur y Uva, a unos 300 kilómetros de Colombo.
En este sentido, el Kumbukkan Oya lleva siete veces más agua durante la época de lluvias.
[1] En 1560, el cartógrafo español Cipriano Sánchez señaló Yala en su mapa y afirmó que estaba abandonada desde hacía 300 años debido a sus condiciones insalubres.
[3] El presidente del Tribunal Supremo, Sir Alexander Johnston, escribió un relato detallado sobre Yala en 1806 después de viajar desde Trincomalee a Hambantota.
La zona forestal entre Palatupana y Yala fue declarada sitio de caza reservado únicamente para los deportistas residentes.
Cinco años después, en un intento por incrementar la popularidad del parque, se cambió el nombre de Yala a Ruhuna.
[6] Aunque serios fueron localizados los daños causados por el fenómeno, principalmente relacionados con afectaciones estructurales y a la vegetación.
[7] Un estudio analizó el comportamiento de dos elefantes con collares de rastreo y encontró que sus movimientos fueron consistentes con comportamientos causados por señales inmediatas generadas por el tsunami y no, como se llegó a atribuir, por un «sexto sentido».
La mayor área del Bloque I se encuentra bajo la cobertura forestal y, por su parte, otra proporción está conformada principalmente de pastizales.
[1] En el segundo bloque, cuya flora es similar a la del primero, abundan los pastizales Pitiya, como se observa en el Yalawela, otrora un fértil arrozal.
Las plantas frecuentes en el lugar son: Rhizophora mucronata, Sonneratia caseolaris, Aegiceras corniculatum, las especies de Avicennia,[1] Acanthus ilicifolius, Excoecaria agallocha, Lumnitzera racemosa y, en la arena, Crinum zeylanicum.
En este sentido, el dosel arbóreo se compone principalmente de las especies Drypetes sepiaria y Manilkara hexandra.
Hay también arbustos, como Dichrostachys cinerea, Randia dumetorum, Gymnosporia emarginata, Carissa spinarum y especies del género Ziziphus.
Otros animales que se encuentran en el sitio son: el jabalí, el ciervo moteado, el sambar y el chacal común.
[13] La avifauna está compuesta por aves de presa —águila culebrera chiíla, pigargo oriental—, aves acuáticas —pelícanos, flamenco enano, espátula común, tántalo indio, jabirú asiático, garza real, garza imperial, de los géneros Nycticorax y Egretta, calamón común, pato aguja asiático—, aves migratorias que visitan las lagunas costeras —ánade rabudo, cerceta carretona, fumarel aliblanco, zarapito real, zarapito trinador, vuelvepiedras común, agujas— y conviven con las residentes —dendrocigninos, avefría malabar, avefría india, alcaraván indio de pico grueso—, entre otras, como son: vinago bicinta, bucerótidos, muscicápidos, monarca colilargo asiático, oriólidos y capitónidas.
[2] Según un estudio, hay dos tipos de turistas que visitan el parque: los peregrinos y los interesados en la vida silvestre.
Esta última ocurre en los Bloques III y IV, donde la agricultura itinerante para el pastoreo en la temporada seca afecta los límites del parque.
Algunas veces contaminan las playas con escombros, colocan trampas tierra adentro y con redes de pesca atrapan tortugas, cuyos nidos también desentierran.