[1] [2] [3] [4] La osteoartropatía hipertrófica pulmonar fue descrita por primera vez en 1890 por el neurólogo francés Pierre Marie (1853-1940).[8] La osteoartropatía hipertrófica secundaria presenta incidencias por sexo relacionadas con la epidemiología de la enfermedad asociada.Rara vez se ve en niños o adolescentes; el intervalo más común de presentación es entre los 55 y 75 años.No obstante, se ha demostrado su asociación con múltiples enfermedades cardíacas, pulmonares, abdominales y oncológicas, mayoritariamente con el cáncer de pulmón.Estos pacientes rara vez consultan por su sintomatología, puesto que los cambios son asumidos gradualmente como propios de su imagen personal.Este cuadro clínico suele preceder por varios meses la aparición de otros síntomas generales que acompañan a la enfermedad primaria (fatiga, fiebre, pérdida de peso) o a los síntomas respiratorios (tos, hemoptisis, dolor torácico, disnea).Los cambios en el hueso son el hallazgo más notorio, se desarrolla rápidamente y es doloroso.Ambas presentan crecimiento óseo subperióstico o periostitis (inflamación del periostio) de los huesos largos, metacarpo, metatarso y falanges.[10] Del mismo modo, las acropaquias pueden o no estar presentes, difuminando y complicando el diagnóstico clínico.Por ende, solo el correcto interrogatorio clínico y un examen físico completo puede resultar en un diagnóstico adecuado.[10] Los pacientes refieren dolores ósteoarticulares distales, aunque las molestias pueden incluir la articulación temporomandibular, las clavículas y los hombros.Algunas articulaciones pueden presentar movimientos limitados, a causa de los frecuentes derrames sinoviales.