La gammagrafía se aplica principalmente para el estudio del bocio, las glándulas paratiroides y el estudio del tromboembolismo pulmonar o TEP.
Posteriormente se utiliza una cámara gamma para captar las radiaciones emitidas por el isótopo.
Esta señal se procesa para obtener un escáner de todo el esqueleto.
Es una prueba minuciosa y cara pero actualmente puede accederse a ella de forma generalizada.
Proporciona información acerca de la capacidad del tiroides para producir hormonas.