[2] El topónimo proviene del árabe اوربة (Awraba), de posible origen prerromano.
En la segunda, situada en el extremo meridional, destacan: Pla de Carrixar (249 m) en su cima presenta una depresión que almacena el agua de lluvia y en sus orillas se desarrollan plantas pertenecientes a zonas húmedas como el Carrizo Phragmites australis (por ello su nombre de Carrixar).
Junto a las zonas pantanosas los materiales son más recientes, del Holoceno.
La tercera zona está todavía en fase de desecación y la ocupan los marjales.
[5] Tanto las heladas como la nieve son fenómenos casi desconocidos en la ciudad de Oliva.
Durante las olas de calor (que ocurren al menos una vez al año) las temperaturas máximas suben a 39 °C o incluso más, pudiéndose sobrepasar 41 °C en alguna ola de calor intensa.
En la Edad del Bronce surgen poblados como Almuixich y el Pic dels Corbs.
Destaca sobre todo el poblado del Castellar, ya de época ibérica.
[3] Se han encontrado además un buen número de restos e inscripciones romanos.
[3] Este condado incluía Pego, Murla, Fuente Encarroz, Potríes, Hixber, Alquería Nueva y Rafelcofer.
[9] Serafín de Centelles la amuralló a mediados del siglo XV y su sobrino Francisco amplió la fortificación construyendo el palacio condal, como reza esta lápida que se conservaba en el mismo: Cuando en 1609 la expulsión de los moriscos deja secos los campos y villas valencianas, Oliva pasa por momentos difíciles, aun así, sin ser una de las poblaciones más afectadas.
En 1646 solo tenía 452 casas, que habrían aumentado a 656 en 1713 y casi se duplicaron en el transcurso del siglo XVIII, hasta sumar algo más de 5000 habitantes en 1786.
[3] Desde entonces su crecimiento demográfico ha sido constante, aunque mucho más moderado que en Gandía.
Oliva está edificada en la vertiente oriental del cerro de Santa Anna, sobre la que se asientan los restos del castillo y la ermita que da nombre al cerro.
[3] Perpendicular a esta gran arteria se ha venido desarrollando otra nueva en dirección al mar, junto al cual se ha configurado a su vez una gran zona veraniega y residencial, en la que alternan los bloques de apartamentos con los chalets y las viviendas adosadas.
[3] La expulsión de los moriscos en 1609, no impidió la continuidad de este cultivo hasta mediados del siglo XVIII, como testimonia Gregorio Mayans, si bien Cavanilles, en 1794, ya no menciona este cultivo.
El secano ha sido sustituido por urbanizaciones o simplemente abandonado por su escasa rentabilidad.
[3] La industria consiste generalmente en derivados de la producción agrícola para su procesado y comercialización.
Oliva está gobernada por una corporación local formada por concejales elegidos cada cuatro años por sufragio universal que a su vez eligen un alcalde.