Esto duraría hasta las últimas décadas del siglo XVIII cuando serían desplazados por el desarrollo textil industrial en Inglaterra y Francia que les haría perder competitividad hasta su virtual desaparición en el siglo XIX cuando las haciendas de los andes ecuatoriales redireccionarían su actividad económica hacia la agricultura.[1] Desde el año 1535 hasta finales de dicho siglo, el cabildo repartió varias estancias para ovejas y licencias para hierros del ganado europeo.Esto sin contar con centro de manufactura textil más pequeños como los conocidos batanes, obrajuelos y chorrillos que escaparon muchas veces del censo.Los ocho obrajes estaban ubicados en las encomiendas más numerosas: Latacunga, Chimbo, Chambo, Lito, Sigchos, Tiquizambe y Otavalo.Todas salvo dos casos contaban además con grandes rebaños de ovejas y tierras aptas para pastar.En Quito logró distinas mercedes de tierras del cabildo y llegó a tener mucho dinero.Sin embargo si es importante distinguir entre los encomenderos y la propiedad de obrajes: no todos lograron crear un obraje sobre la tierra que fue encomendada, no todos lograron perpetuarse hasta el siglo XVII, ni consiguieron continuidad familiar y arraigo en Quito.Otra nieta suya se casaría con Pedro de Vera que los uniría con la distinguida familia Cepeda.Sin embargo, la varonía de ambas casas se perdería a finales del siglo XVII.Esto marca una diferencia frente a lo que ocurrió en otros territorios de la monarquía hispánica donde muchas veces la población se vio diezmada por el trabajo forzado en las mitas.Quienes afirman aquello usan tres fuentes normalmente: Sin embargo, ninguna de las referencias hace mención explícita a una ciudad preexistente.El debate más bien reside en el origen de este crecimiento, ya sea por menor mortalidad o mayor migración.Este último, vinculado desde el siglo XX con el Inti Raymi donde se ofrecen cosechas (tributo) como parte de la fiesta.Por otro lado la producción textil tradicional desarrollada en los obrajes no desaparecería, aunque su peso en la economía de Ecuador llegaría a ser mínimo.Años anteriores también se había creado la Fábrica San Pedro en 1858 con el fin de vender cobijas y lanas.En la actualidad dicha zona todavía produce textiles que sustentan sobre todo el consumo interno de esa región.
Fragmento textil (s. XVI), hilo y lana. Museo de la Ciudad, Quito
Patrón de confección de textiles tradicionales en Guano, con técnica vertical, de la comunidad
Puruhá