El clan familiar al que pertenecía era dueño de grandes latifundios y obrajes en la sierra central ecuatoriana.
Se conoce que José Antonio también sabía francés y había traducido a Malebranche.
Regresó de nuevo a Riobamba para administrar sus propiedades, y permaneció ahí hasta 1730, cuando se estableció en Quito.
A pesar de ocupar estos puestos administrativos, no descuidó sus observaciones científicas.
Aprovechando la energía de la juventud buscó conocer todo lo que ahí había, desde los pueblos indígenas, los lugares geográficos donde se pueda trazar un camino para las misiones del Marañón así como el estudio de la naturaleza.
Posteriormente navegaba cerca de siete días por el río Bobonaza hasta llegar a Andoas.
De todos ellos, José Dávalos era conocido como el "filósofo de la soledad" y poseía una amplia biblioteca con varios mapas que le interesaban a Pedro Vicente.También su otro hermano Ramón Joaquín con quien compartía la curiosidad científica.
Antes de la visita Pedro Vicente ya había realizado varios mapas sobre el territorio y estos sirvieron para la misión.
Con Pedro Vicente y Magnin mantendría el contacto a su regreso para continuar con sus proyectos científicos.
Ahí su principal objetivo era el de crear un camino desde Quito hasta Esmeraldas, al norte de la Real Audiencia que sirva como alternativa al camino tradicional desde Quito a Guayaquil.
El territorio de Esmeraldas estaba habitado por aborígenes como los Colorados o los Capayas.
También habían llegado embarcaciones con cimarrones que encallaron en estas playas y terminaron asentándose ahí.
Era una zona rica en producción pero abandonada porque aún no se tenía control completo sobre el territorio.
Destacó por su trato cordial y el pago de salarios justos a los trabajadores.
Cuenta Pedro Fermín Cevallos en su historia que Pedro Vicente fue a la vez ingeniero director, trabajador, empuñaba el machete para abrir los caminos, y luchó junto a los peones contra la inclemencia de la naturaleza.
Según cuenta González Suárez trabajó mucho por la comunidad, casi como la obra misionera que se desplegaba en la Amazonía.
Durante este proyecto, llevó un "Memorial Impreso" (también conocido como Memoria Científica del Reino de Quito) que está dividido en ocho partes.
Dos de ellas concentra observaciones científicas puesto que no había abandonado sus intereses por la naturaleza.
Sin embargo esto no pudo concretarse ya que había invertido la mayoría de sus recursos en Esmeraldas y pronto viajaría a Europa.
Fue gobernador hasta el 20 de enero de 1742 que entregaría un poder generalísimo a sus hermanos para que ejercieran el gobierno en su ausencia, y se radicó nuevamente en Quito, donde contrajo segundas nupcias tras enviudar.
Ese año Pedro Vicente visitó Europa con el fin de presentar su Memorial Impreso.
Cuando su hija intentó hacerse cargo, haciendo uso de su heredad, fue negada, al igual que su nieto quien había propuesto la Gobernación por la mitad de salario que había sido prometido a Pedro Vicente.
Posteriormente en el estudio de su vida el poeta e historiador José Rumazo lo describió como una persona que a pesar de su corta vida estudió sin cesar, viajó continuamente por distintos continentes, cruzó los páramos y selvas corriendo muchos riesgos.
Lo resume finalmente en tres realizaciones: un camino, una carta geográfica y unas memorias con observaciones, es decir: En España En Francia En Ecuador En la Antártida En Inglaterra