Miguel Chevalier

Las imágenes que ofrece cuestionan de manera constante nuestra relación con el mundo.

Crea in situ obras que reconsideran la historia y la arquitectura de los lugares por medio del arte digital, dándoles una interpretación nueva.

Con técnicas de impresión 3D o corte con láser, también crea esculturas que materializan sus universos virtuales.

Entre los visitantes frecuentes de la casa familiar estaban los muralistas David Alfaro Siqueiros, Rufino Tamayo y Diego Rivera, el director de cine Luis Buñuel y el arquitecto Luis Barragán, cuyo intenso uso del color marcaría mucho al artista.

En 1974 también descubrió la obra del artista venezolano Carlos Cruz-Diez, que lo atrajo al arte cinético.

Asimismo, sus estancias en la Villa Kujoyama, en Kioto, Japón, de 1993 a 1994, fueron decisivas para intensificar su relación con la naturaleza, que ya había experimentado como omnipresente y exuberante en América Latina, y que encontró en los karesansui de Kioto como un reino artificial donde todo está controlado hasta el menor detalle.

Su encuentro con Serge Equilbey, ingeniero del centro de óptica del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS) de Francia, le dio acceso a computadoras Numelec, que analizan imágenes por procesamiento sucesivo.

Así creó, entre 1982 y 1983, sus primeras obras digitales con la serie titulada Baroque et Classique.

[12]​ Chevalier asocia sus universos virtuales cableados a grandes redes que se forman y deforman, creando universos variados que se renuevan infinitamente, como lo ilustra Digital Supernova.

Al agrandar el píxel, como en Mini Voxels Light, el artista compone una imagen abstracta y sumerge al espectador en este universo infinito de luces y formas.

Inspirado en los cuentos de Las mil y una noches, Chevalier elabora un lenguaje virtual con el que forma un mundo de colores y figuras que, como en un caleidoscopio, convierte el universo en constelaciones.

La relación con la imagen se construye así sobre la base del movimiento para explorar todas sus posibilidades y captar su significado.

Con un ademán, el visitante produce un cambio en la obra, crea o modifica un color, aunque no pueda prever ni controlar todas las reacciones que provoca.

En consecuencia, Chevalier cuestiona cómo hacer propia y reformular la ciudad enfrentada a la proliferación de las redes.

Mediante obras fijas o en movimiento, produce ciudades que están entre la realidad y la simulación, inscritas en un continuo de espacio-tiempo transformable.

[18]​ Inspirado en estas tecnologías nuevas, que ofrecen una visión inédita del cuerpo humano, como lo ilustra Body Voxels, donde el humano se vuelve transparente, cableado, Chevalier reconsidera a los clásicos de la escultura en una estética vinculada con el mundo digital (pixelación, malla, "voxeleo").

Crossborders, Miguel Chevalier, 2007. Instalación de realidad virtual generativa e interactiva. Programa: AAAseed de Emmanuel Mâa Berriet.
Digital Supernova, Miguel Chevalier, 2019. Instalación de realidad virtual generativa. Programa: Cyrille Henry/Antoine Villeret.
Mini Voxels Light, Miguel Chevalier, 2015. Tres instalaciones de realidad virtual, cada una de 30 x 30 x 32cm. Ediciones Mike-Art-Kunst.
Pixels Snow, Miguel Chevalier, 2010. Instalación de realidad virtual generativa e interactiva. Programa: Cyrille Henry.
Magic Carpets, Miguel Chevalier, 2014. Instalación de realidad virtual generativa e interactiva. Programa: Cyrille Henry/Antoine Villeret.
Digital Arabesques, Miguel Chevalier, 2014. Instalación de realidad virtual generativa e interactiva. Programa: Cyrille Henry/Antoine Villeret.
Ultra-Nature, Miguel Chevalier, 2005. Instalación de realidad virtual generativa e interactiva. Programa: Music2eye.
Herbarius '2059', Miguel Chevalier, 2009. Instalación de realidad virtual generativa e interactiva. Programa: Cyrille Henry/Antoine Villeret. Textos: Jean-Pierre Balpe.
Extra-Natural, Miguel Chevalier, 2018. Instalación de realidad virtual generativa e interactiva. Programa: Cyrille Henry/Antoine Villeret.
Terra Incognita, Miguel Chevalier, 2010. Instalación de realidad virtual generativa e interactiva. Música: Jacopo Baboni Schilingi. Programa: Claude Micheli. Modelado 3D : Pascal Maillard.
Body Voxels - The Walker, Miguel Chevalier, 2013. Escultura de madera de 2.20m de altura pintada de negro y anaranjado; base de acero.
Light Meta-Cité, Miguel Chevalier, 2016. Instalación de realidad virtual generativa. Programa: Claude Micheli.