Amplió estudios entre Londres y París y, con la orientación de Adolfo Posada, se especializó en derecho municipal, así como en el derecho constitucional de la posguerra.
José Giral afirmaba que a él se debía la vuelta a la política de Manuel Azaña en los años de la dictadura.
A la fecha de fallecer formaban dicha Junta Nacional Manuel Azaña, Roberto Castrovido, José Giral, Alejandro Lerroux, Antonio Marsá y él mismo.
Aunque sus inicios fueron socialistas, pronto se incorporó al círculo de la Escuela Nueva.
Según José Giral, en notas que transcribía Bello en su semblanza, junto a él mismo y Demófilo de Buen se habían opuesto en Salamanca al «caciquismo del célebre Diego Martín Veloz».
El Sol lo presentaba como «prestigioso político de izquierdas, que ha intervenido en toda la actuación de estos últimos tiempos para crear en el país una sólida organización democrática».
[1] 2.º: 3 meses en Londres para orientarse en el conocimiento del régimen local inglés, asistiendo especialmente á los cursos The London School of Economics and Political Science, principalmente a los de la Sección de Política, entre los que figuran, según un programa reciente, varios sobre Constitución inglesa de Mr.
[1] Una vez estimada su solicitud, dio comienzo a la estancia el 25 de octubre, día en que marchó a París, donde residiría los siguientes cuatro meses.
Tuvo, sin embargo, que regresar a Alicante a fines de diciembre por encontrarse su «padre gravísimo», tal y como notificaba al secretario de la Junta, José Castillejo.
En la descripción de su estancia indica, sin embargo, que continuó asistiendo a los cursos mencionados de la London School «asesorado y dirigido por el miembro del Consejo del Condado de Londres, M. Claremont, y consiguió autorización del secretario Sir Lawrence Gomme para visitar los servicios municipales de Londres.
El tribunal resolvió conceder los premios a Demófilo de Buen y al propio Martí Jara.
Según indican las memorias del citado organismo: «La preparación para hacer oposiciones a una cátedra obligó al señor Martí Jara a suspender su trabajo, del cual quedó hecha una buena parte, para publicarse en cuanto el autor pueda reanudar su labor.
Bien pronto hubo que subdividir el trabajo, ordenándolo por regiones.
Es probable que, para la publicación, se comience con monografías de ciertas instituciones, para lo cual el señor Martí Jara prepara una sobre el concejo abierto en las ordenanzas de la región leonesa».
Adjuntaba a la solicitud el programa de estudios que tenía previsto seguir.
Esta vez la pensión no le fue concedida, pero, en abril de 1920, estando ya en Sevilla, solicitó que se tuviese por presentada su solicitud a la nueva convocatoria.
Le debió de responder personalmente por carta José Castillejo, exponiéndole los motivos por los que la Junta no podría hacerse cargo de la nueva pensión, ya que se conserva su carta de respuesta, escrita en agosto, aceptando la decisión y rogando se le tuviese en cuenta en caso de que algún pensionado renunciase a última hora.
Se le reconocía, en concreto, como pensionado, durante tres meses, de octubre a diciembre, en Alemania para estudiar la nueva organización político-constitucional del país.
Y el 10 de julio del mismo año solicitaba participar en las oposiciones para proveer la cátedra de derecho administrativo vacante en la Universidad de Santiago, suplicando al ministerio que, toda vez que también se hallaba convocada a oposición libre entre doctores la misma cátedra en Valencia, se unificasen los ejercicios de ambas, cosa que finalmente aconteció.
En este centro acumuló la enseñanza de derecho político «por ausencia justificada del Catedrático titular».
[1] Durante los directorios permaneció en dicha situación de excedencia, aunque, como seguidamente se apreciará, durante este periodo fue director de la Escuela Nueva y estuvo activo como escritor en materia jurídico-política, con clara orientación democrática y contraria al régimen dictatorial vigente.
Se desconoce si llegó a tomar posesión de la cátedra para la que había sido nombrado, pues falleció cuatro meses después, el 16 de agosto, estando aún en Madrid.
El comisario general de abastecimientos le propone para que preste sus servicios en dicha comisaría.
A primeros de 1926, de hecho, la junta general elegía la junta directiva, que volvía a estar presidida por él, puesto que ocuparía hasta su fallecimiento.
En la circular aparecida en la revista Nuevo Régimen, 31-I-1926, dirigida a los círculos republicanos para darles las instrucciones precisas de la celebración, aparecía la firma de Martí Jara en segundo lugar, junto a otros correligionarios como Adolfo Álvarez Buylla, José Giral, Marcelino Domingo, Nicolás Salmerón, Rafael Guerra del Río y Álvaro Albornoz.