Durante los años 20 continuó su carrera literaria, al tiempo que ejercía también la crítica musical y de artes plásticas en la prensa escrita.
Abandonó el conservatorio y se retiró a la hacienda familiar en Araraquara.
Por ello, decidió convertirse en profesor de música, al tiempo que comenzaba a tomarse un interés más serio por la literatura.
[4] Por la misma época en que Andrade llevaba a cabo sus intensos trabajos como investigador del folclore brasileño, hizo amistad con un grupo de jóvenes artistas y escritores de São Paulo que, como él, estaban interesados por el naciente modernismo europeo.
[3] Mário y Oswald de Andrade fueron los principales impulsores del movimiento modernista brasileño.
Cuando, en 1930, Getúlio Vargas se convirtió en dictador, Andrade, que pertenecía a la clase terrateniente, vio declinar sus perspectivas laborales.
Dadas sus diferencias con el régimen, no hubo una reacción oficial significativa ante su fallecimiento.
En 1960 se le dio su nombre a la Biblioteca Municipal de São Paulo.
Jack E. Tomlins, traductor al inglés del segundo libro de Andrade, relata en su introducción a la citada obra los acontecimientos que precedieron a la escritura del segundo libro de Andrade.
[11] En 1920 el poeta acababa de conocer al escultor modernista Victor Brecheret, y había adquirido una escultura suya, titulada "Busto de Cristo", en la que el fundador del cristianismo era representado como un brasileño con trenzas.
Más tarde recordaría, en una conferencia, que, todavía "delirante", se asomó al balcón y "miró a la plaza de abajo sin verla realmente".
Manteniendo este título, que en español podría traducirse, según José María Valverde, por "Sanpaulada desvariada",[12] Andrade trabajó en su nuevo libro durante los dos años siguientes.
Estos poemas eran enteramente diferentes de su obra anterior, más formal y abstracta.
Le desagrada el futurismo por cuanto supone, a su juicio, una actitud únicamente destructiva,[17] aunque es innegable que su estética tiene numerosos puntos de contacto con dicho movimiento.
A esta última obra pertenece un largo poema titulado "Meditação Sôbre o Tietê", una obra densa y compleja, que fue desestimada por sus primeros críticos por considerarla "carente de significado", aunque la crítica reciente sobre el poema se manifiesta en términos bastante más halagüeños.
[19] La Meditação es un poema sobre la ciudad: se centra en el río Tietê, que atraviesa São Paulo.
La primera causó cierto escándalo en su momento, ya que narra la iniciación sexual de un adolescente por una mujer madura, una institutriz alemana contratada por el padre del joven.
[27] Esta teoría está recogida en su obra Ensayo sobre música brasileña (Ensaio sobre a música brasileira, 1928), que, aunque resultó bastante controvertida en el momento de su publicación, es considerada hoy «la "biblia" del nacionalismo musical brasileño erudito».
[28] Durante la época en que dirigió el Departamento de Cultura, en los años 30, Andrade fue aquilatando sus teorías musicales.
La música del futuro sería compuesta según criterios más temporales que espaciales, y esta música temporal no estaría inspirada en un "recuerdo contemplativo", sino en la profunda añoranza o anhelo que en portugués se expresa con la palabra saudade.
Los viajes de Andrade no fueron únicamente fructíferos para la investigación etnográfica y musicológica.
En 1927 comenzó a escribir para O Diario Nacional un diario de viajes titulado "O Turista Aprendiz" ("El turista aprendiz"),[29] con el cual pretendía mostrar al público de las ciudades la riqueza cultural del Brasil indígena (en el "Diario" se recogen sus viajes por la Amazonia y por los estados del Nordeste brasileño), y que le sirvió al mismo tiempo para promocionar su obra literaria.