Los primeros automóviles eran totalmente abiertos, y por lo tanto, carecían de un habitáculo que se pudiera cerrar.
Se utilizó vidrio plano simple, que en caso de rotura podía causar lesiones graves.
Con la adopción de cabinas cerradas (inicialmente solo para los pasajeros), los fabricantes también instalaron ventanas laterales.
[3] Un invento clave en el posterior desarrollo de los parabrisas, el vidrio laminado, ya había sido ideado por el químico francés Édouard Bénédictus, quien lo patentó en 1909.
[3] Los primeros parabrisas de serie fueron introducidos por el fabricante estadounidense Oldsmobile en 1915, aunque el Ford T ya los ofrecía como opción desde 1908.
Un último hito en la tecnología de los vidrios en el sector del automóvil ha sido la presentación del Ford GT en 2016, cuyas lunas están fabricadas con el Gorilla Glass, un vidrio extraordinariamente resistente y ligero desarrollado inicialmente para las pantallas de los teléfonos móviles.
[3] Fabricación Hasta 1900, el vidrio para ventanas se producía exclusivamente mediante el proceso de moldeo por soplado.
En 1905, el belga Émile Fourcault logró obtener por primera vez una hoja de vidrio directamente del vidrio fundido, y en 1917, el estadounidense Colburn desarrolló un proceso diferente con el apoyo de la empresa Libbey Owens Society.
[8] El vidrio del vehículo que no sea el parabrisas puede romperse con un impacto, en cuyo caso es necesario reemplazarlo.