Los españoles pintados por sí mismos es una recopilación de tipos o estampas costumbristas del siglo xix español,[1][2] escritas por los principales autores románticos de su época, publicado en Madrid por el librero y editor Ignacio Boix en dos entregas, en 1843 y 1844, y reimpreso en un solo volumen en 1851 dentro de la Biblioteca Ilustrada de Gaspar y Roig.
Observa Llorens Castillo que «con Los españoles pintados por sí mismos culmina el género costumbrista.
Lo más que puede decirse es que la creciente difusión del artículo de costumbres a lo largo del período romántico se hace más visible en su variedad al presentarse ahora en forma de libro colectivo; pero sin que este cambio signifique culminación o superación de su calidad literaria.
Si comparamos la mayoría de estos cuadros con los que trazaron Estébanez, Mesonero y no digamos Larra, bien puede verse que son inferiores.»[4] Los Españoles Pintados por Sí Mismos fue ilustrado con una colección de xilografías,[5] técnica que evolucionaría en España con los grabadores del periodo romántico, una por cada artículo, firmadas por Francisco Lameyer, Calixto Ortega, con la colaboración del pintor Leonardo Alenza.
[10] Partiendo del precedente creado por Les français peint par eux-mêmes (Los franceses pintados por sí mismos),[11] aparecido entre 1840-1842, la publicación de Los españoles pintados por sí mismos produjo a raíz de su éxito comercial secuelas como El álbum del bello sexo o las mujeres pintadas por sí mismas (1843),[12] del que solo aparecieron dos entregas, una de ellas compuesta por Gertrudis Gómez de Avellaneda y otra por Antonio Flores; Los cubanos pintados por sí mismos (1852), Los mexicanos pintados por sí mismos (1854), Los valencianos pintados por sí mismos (1859), Las españolas pintadas por los españoles (1871-1872), en que colaboraron Ramón de Campoamor y Benito Pérez Galdós, Las mujeres españolas, portuguesas y americanas, en tres tomos (1872, 1873, 1876), y otros ejemplos similares.