Habita desde bosque secos de latitudes intertropicales, con clima semitropical continental donde hiela raramente, hasta bosque húmedos y fríos en áreas subantárticas, donde nieva abundantemente en el invierno e incluso también en pleno verano.
Se lo encuentra desde pastizales, estepas y matorrales a nivel del mar hasta áreas puneñas a más de 4000 m s. n. m. Es un animal diurno, que vive en rebaños pequeños conformados por un macho y varias hembras con sus crías.
Los territorios son demarcados mediante cúmulos de excrementos, conocidos como bosteaderos o estercoleros.
[2] Finalmente, también se encuentran machos solitarios, los que pueden ser ejemplares maduros que abandonan las tropas de machos para buscar formar su propio harén, o en su defecto ejemplares ya viejos o enfermos.
Al ser un rumiante digiere los alimentos en dos etapas: primero los consume y, tras una primera descomposición, realiza la rumia, que consiste en la regurgitación del material semidigerido que vuelve a la boca para ser remasticado, desmenuzado y, agregándole más saliva, finalmente deglutido para su digestión definitiva.
Se observaron ataques en solitario del zorro fueguino (el cual posee dimensiones corporales respetables) para dar caza a crías e incluso subadultos de guanacos, con una disparidad entre predador y presa de 14 kg y hasta 40 kg en el guanaco joven.
[4] Este comportamiento era desconocido hasta 2007 cuando se empezó a observarlo en el parque natural Karukinka, en la isla Grande de Tierra del Fuego.
Si tiene éxito logran alejar al cánido a patadas, algo que es imposible hacerlo frente a un puma[5] Muestra una cabeza pequeña, con orejas largas terminadas en punta, ojos grandes rodeados de largas pestañas.
En general, las mayores densidades se asocian a aquellos espacios que presentan una mayor cobertura vegetal, como matorrales altos, terrenos irregulares, existencia de refugios, pendientes abruptas y vías de escape frente a depredadores.
Aún mantiene una población relíctica en torno a las salinas Grandes en el sudeste provincial, y otra en el sector superior de la sierra del Aconquija.
[13] Habitaba las sierras, los pastizales, las estepas arbustivas, y abras de los bosques en toda la provincia.
Extinto en tiempos históricos de casi toda la provincia; solo sobreviven escasos grupos relícticos en el extremo noroccidental provincial, en torno a las salinas Grandes, en áreas del chaco árido.
Habitaba las sierras, los pastizales, las estepas arbustivas, y abras de los bosques no húmedos en toda la provincia.
Sobrevive en especial en áreas occidentales y en las serranas, siendo protegido en el parque nacional Lihué Calel.
Aún mantiene una población relíctica en torno a las salinas Grandes, en el extremo oriente provincial.
Habitaba las sierras, los pastizales, las estepas arbustivas, y abras de los bosques no húmedos en toda la provincia.
Habitaba las sierras, los pastizales, las estepas arbustivas, y abras de los bosques en toda la provincia.
Extinto en tiempos históricos; solo sobrevive escasos grupos en el extremo noroccidental provincial, en el parque nacional Sierra de las Quijadas.
[17] En la zona del chaco boliviano, su otrora amplia distribución fue reducida a su mínima expresión, pero una población relicta aún persiste en la región chaqueña del departamento de Santa Cruz,[18] y en la Estancia Perforación.
Goza de protección en varias reservas naturales, como por ejemplo en el parque nacional Torres del Paine.
en donde se presentan las más altas densidades de este taxón, las que alcanza hasta 43 ejemplares cada 100 ha.
[16] Originalmente este animal fue dado a conocer para la ciencia por el zoólogo alemán Philipp Ludwig Statius Müller en el año 1776, quien lo bautizó: Camelus guanicoe.
[22] Posteriormente, en el año 1782, el Abate Juan Ignacio Molina describió su morfología, comportamiento y su utilización por los seres humanos; además le dio el nombre científico de Camelus huanacus.
[23] Esta discrepancia nomenclatural confundió la taxonomía del animal por las siguientes décadas, hasta que finalmente Osgood en el año 1943 utilizó nuevamente el nombre de guanicoe.
Estas subespecies se asociaron a cuatro áreas geográficas divididas principalmente por la Cordillera de los Andes.
[34] Según características fenotípicas bastantes regulares y fácilmente observables, basadas en el largo, color, y textura del pelaje, se dividió a los guanacos fueguinos en tres poblaciones, las cuales son de norte a sur: