El padre Leopold Mozart planeó la gira para exhibir a sus prodigiosos hijos, Wolfgang y Nannerl en las principales cortes europeas.
[2] Posteriormente Leopold y sus hijos pasaron en Viena varios meses de 1768 durante los cuales el joven maestro hizo un esfuerzo consciente por adaptar su estilo sinfónico a los gustos del público vienés, adoptando entre otras cosas la estructura en cuatro movimientos.
En enero de 1779 regresó a su ciudad natal donde creó otras tres sinfonías (n.º 32, 33 y 34) con las que cierra su etapa en Salzburgo.
Algunas piezas, como la Sinfonía en fa mayor, K. 76, fueron publicadas en suplementos de la Alte-Mozart Ausgabe hasta 1910.
Por estas fechas Wolfgang empezó a dominar el estilo sonata-allegro para los primeros movimientos.
En el pasaje siguiente el motivo corrido pasa a ser predominante y termina en do mayor.
Ésta se desarrolla en principio conforme a la exposición: el primer tema se introduce en el fa mayor ya establecido, pero en el siguiente pasaje aparece ahora una variante del motivo corrido, que es secuenciado (c. 54 y ss.).
A través de un pasaje de trémolo análogo al grupo final del compás 33 y ss, Mozart vuelve a la tónica en la que se escucha el segundo tema en el compás 80 y ss.
El Allegro se cierra con el motivo corrido y una breve fanfarria de trompa.
El segundo movimiento, Andante, está en mi bemol mayor y en compás de 2/4.
Emplea de nuevo súbitos cambios dinámicos para dar forma a sus perfiles melódicos.
[1] Se caracteriza por el énfasis insistente en la nota principal si y una figura triádica descendente.
En la sección central se produce un ascenso, inicialmente sólo en los violines, que conduce a la «recapitulación» en el compás 19.
La segunda parte del trío es similar a la primera, pero con un primer motivo cromático.
El Finale es un rápido movimiento en forma sonata binaria marcado por una articulación decidida y ritmos con puntillo «escoceses» invertidos.
El segundo tema consiste inicialmente en un diálogo entre el primer violín con una frase sincopada y el segundo violín junto con la viola que interpretan una «respuesta» de tres semicorcheas ascendentes y descendentes en trémolo forte.