Sinfonía n.º 28 (Mozart)

El padre Leopold Mozart planeó la gira para exhibir a sus prodigiosos hijos, Wolfgang y Nannerl en las principales cortes europeas.

[3]​ Posteriormente Leopold y sus hijos pasaron en Viena varios meses de 1768 durante los cuales el joven maestro hizo un esfuerzo consciente por adaptar su estilo sinfónico a los gustos del público vienés, adoptando entre otras cosas la estructura en cuatro movimientos.

La primera edición fue llevada a cabo en 1880 por la editorial Breitkopf & Härtel en Leipzig, que publicó bajo la denominación Wolfgang Amadeus Mozarts Werke, Serie VIII, No.

Aunque antes de esta edición, la editorial Ewer publicó en 1847 en Londres un arreglo realizado por Carl Czerny, al igual que ocurrió con la Sinfonía n.º 24.

Lo mismo se aplica a los timbales, que normalmente aparecían en paralelo con las trompetas (si estaban presentes en la orquesta).

La n.º 28 es más extrovertida; Mozart añadió trompetas y timbales a la orquestación habitual.

A pesar de las implicaciones cómicas del Finale, evitó la ironía y el sentimentalismo.

Los ornamentos decorativos son el sello distintivo de un estilo que Mozart dominó cuando su padre lo exhibió por todas partes como niño prodigio.

El segundo movimiento, Andante, está en fa mayor y en compás de 2/4 (91 compases).

Nadie más que Mozart, incluso a su edad, podía escribir Finales de Presto tan despreocupados como éste.

Mozart en 1773.
Wolfgang y Nannerl hacia 1763.