La actuación de los niños cautivó al público, sobre todo en los primeros viajes, y causaron una impresión considerable en la sociedad europea.
[2] Regresaron a Viena en enero de 1768, pero los niños ya no eran lo bastante jóvenes como para causar sensación en sus conciertos públicos.
[12] En los meses previos al inicio del viaje, Wolfgang compuso prolíficamente y se ganó el favor del arzobispo Siegmund Christoph von Schrattenbach quien, como patrón de Leopold, tuvo que consentir el viaje.
[22] Mientras esperaban para ver al conde, asistieron a la ópera de Niccolò Piccinni Cesare in Egitto.
[24] La Sinfonía n.º 10 en sol, KV 74, al parecer completada en Roma en abril, puede que fuera iniciada en Milán.
[28] Su carta de Firmian los presentaba al conde Pallavicini-Centurioni, un destacado mecenas artístico, quien inmediatamente programó un concierto para la nobleza local en su palacio.
[31][32] En Florencia se reunieron con el violinista Pietro Nardini, a quien ya habían conocido en los comienzos de su gran viaje por Europa;[33] Nardini y Wolfgang actuaron juntos en un largo concierto en el palacio veraniego del Gran Duque.
[31] Wolfgang también conoció a Thomas Linley, un prodigioso violinista inglés que era pupilo de Nardini.
Los chicos nunca se volvieron a ver; Linley, después de una breve carrera como compositor y violinista, falleció en un accidente naval en 1778, cuando tenía 22 años.
Es posible que también compusiera otras sinfonías en esa época, pero este hecho no ha podido ser confirmado.
[36] Después de cuatro ajetreadas semanas, Leopold y Wolfgang se marcharon hacia Nápoles.
Wolfgang se mostró impresionado tanto por la música como por la representación, aunque pensara que era «demasiado pasado de moda y serio para el teatro».
[48] Wolfgang fue admitido como miembro de la Academia y los Mozart marcharon hacia Milán poco después.
[56] El acontecimiento fue un triunfo: en la conclusión la audiencia gritó «Evviva il maestro!» y exigieron bises.
[53] Se realizaron 22 representaciones de la ópera[57] y la Gazetta di Milano elogió el trabajo noblemente: «El joven maestro di capella, quien no tiene aún quince años, estudia las bellezas de la naturaleza y las representa adornadas por los arreglos musicales más raros».
[58] En su vuelta a Salzburgo, Leopold y Wolfgang permanecieron un tiempo en Venecia, haciendo previamente una pausa en su camino en Brescia para ver una opera buffa.
[62] Hasse respondió: «El padre, desde mi punto de vista, está siempre descontento con todo».
Wolfgang debía componer la serenata para la boda entre el archiduque Fernando y la princesa Beatriz.
Compartieron su alojamiento con violinistas, un maestro de canto y un oboísta: un grupo que era, como Wolfgang lo calificó jocosamente en su correspondencia con Nannerl, «encantador para la composición, ¡me da muchas ideas!»[67][68] Trabajando a gran velocidad, Wolfgang finalizó Ascanio in Alba justo a tiempo para el primer ensayo el 23 de septiembre.
[72] En cualquier caso, la respuesta de María Teresa al Archiduque fue inequívoca, describiendo a los Mozart como «gente inútil» cuyo nombramiento degradaría el servicio real y añadía «tal gente da la vuelta el mundo como mendigos».
[77] Esta situación puso en apuros a Leopold, que no había resuelto sus asuntos con la corte.
El maestro actual, Giuseppe Lolli, tenía 70 años y estaba preparado para su retiro; Leopold había sido el segundo maestro de capilla por detrás de Lolli y en circunstancias normales le habrían concedido dicho puesto.
[79] Aunque impopular entre los salzburgueses, parecía al principio que este nombramiento sería ventajoso para los Mozart: Leopold cobró el sueldo impagado[80] y alrededor del 31 de agosto Colloredo aprobó el pago del sueldo como concertino de Wolfgang.
[83] La solicitud fue fuertemente apoyada por el conde Firmian y Leopold, en una carta cifrada a casa,[88] dijo que estaba bastante esperanzado.
[83][90] Esperó la mayor parte de enero y todo febrero para la respuesta del Gran Duque.
[93] Los Mozart tuvieron ciertamente un beneficio financiero[94] y Wolfgang se desarrolló artísticamente, convirtiéndose en un reconocido compositor.
Realizó otras composiciones fruto de su experiencia en Italia, incluyendo un oratorio, varias sinfonías, cuartetos para cuerdas y numerosas obras menores.
[93] Wolfgang estaba cualificado por su habilidad con el teclado y el violín y su experiencia como compositor para un puesto como maestro de capilla; pero a los 17 años de edad era demasiado joven para dicho puesto.
[97] Por lo tanto, permaneció en su puesto en la corte de Salzburgo con Colloredo, con un descontento creciente, hasta su disputa con el asistente del Arzobispo durante su estancia en Viena en 1781.
[98] Leopold, que seguía en su puesto como segundo maestro de capilla, permaneció en la corte hasta su muerte en 1787.