Así en 1928, creó en su casa de Las Canteras el llamado Teatro Mínimo que dirigía su hermano Claudio.
[2] Empezó a relacionarse con el escritor Pedro Salinas (quien escribirá el prólogo de su primer poemario, Versos y estampas, escrito en 1928,[3] que evocaba una infancia isleña en versos de arte menor y en poemas en prosa de influencia juanramoniana.
[4] De escritores vinculados a la Generación del 27 recibe una notable influencia.
Gracias a esta iniciativa consiguieron el sustento económico difícil tras la guerra.
A esta le siguieron: La blanca paloma (Claudio de la Torre); Y tú, ¿quién eres?, (Julio de Fletchner); Misterio en la marisma (Claudio de la Torre); El camino del amor (José María Castellví); Una herencia en París (Miguel Pereyra) y La vida en un hilo, su último trabajo (Edgar Neville), junto a Conchita Montes y Rafael Durán.
Años más tarde publicó Memorias de una estrella, novela en la que narra la historia de una actriz que abandona el cine en pleno éxito.
En los años sesenta llegó a participar en la primera versión española del musical Sonrisas y lágrimas.
[7] En 1978 se casa con Ramon Corroto, y aunque el es menor que ella, muere en 1980.