Fue reclutado por el sultán Bayezid I al año siguiente como soldado de infantería, y más tarde serviría en la caballería.
En algún momento viajó por Egipto, Bagdad, Persia y por la ruta de Herat a Delhi.
Viajó a Crimea, Circasia, Abjasia y Mingrelia, hasta que logró escapar por Batum hacia Constantinopla en 1426, donde estuvo escondido algún tiempo.
En primer lugar se hallan las tierras «a este lado» del Danubio y el mar Negro, que han caído bajo el dominio otomano; tras esta descripción, los dominios otomanos en Asia; y por último, las más remotas regiones del mundo de Schiltberger, desde Trebisonda a Rusia y desde Egipto a la India.
Sus alusiones a las misiones católicas que todavía persisten en Armenia y en otras regiones más allá del Ponto Euxino y a las comunidades cristianas (no católicas) en las estepas son también destacables.
Sus descripciones del Islam y la cristiandad oriental son de un notable valor para su tiempo, y puede contarse entre los autores que contribuyeron a situar a finales de la Edad Media al Preste Juan en Abisinia.