Después de graduarse en la UCLA comenzó su carrera como guionista, pero se desanimó y empezó a escribir novelas.
Aunque cosechó grandes éxitos con sus libros Fuel-Injected Dreams (Sueños inyectados de combustible) y Boy Wonder (Chico maravilla), después de la polémica generada tras la publicación de su novela Tim and Pete (Tim y Pete), debida a la radicalidad y violencia de su crítica al neoconservadurismo republicano estadounidense, tuvo grandes problemas para poder volver a publicar, lo que según su pareja fue un factor que contribuyó a que se suicidara.
[4] Esta dinámica familiar se vería reflejada en gran cantidad de sus novelas, especialmente en Tim and Pete.
Tras graduarse en la UCLA estuvo cinco años escribiendo guiones en Hollywood, algo que llegó a odiar.
[4] Perdió las ganas de trabajar y, desilusionado, puso toda su atención en las novelas, aunque en un principio era solo una ocupación secundaria.
[1] En lo que puso más empeño fue en la literatura de temática homosexual, aunque también escribió sobre la industria del entretenimiento.
[11] Su obra está repleta de referencias a la cultura pop, tanto en cine como en la música, así como en la política.
Nick y Jeff acaban huyendo a través de Los Ángeles en su peor momento.
[13] Pese a la trama enfocada en su precipitada y accidentada huida, la novela se eleva sobre este género proyectando una mirada clara y cautelosa sobre la oscuridad perturbadora que se oculta bajo la superficie pulida de la sociedad.
El modesto éxito de esta novela le animó a dedicarse a las que se han convertido en sus obras más conocidas, Fuel-Injected Dreams, una novela que gira en torno a un personaje vagamente basado en el productor musical Phil Spector,[4] y Boy Wonder, una versión satírica del frenético estilo de vida del Hollywood de los ricos e infames.
[20] El mismo final inconcluso de la novela, en la que no queda claro si los gais anarquistas logran hacer volar por los aires a la clase política conservadora, contiene una provocación al lector.
A Twelve-Point Master Plan for American Domination of the Next Century.
[22] Continuando con su batalla contra la derecha conservadora estadounidense, Baker plantea que la novela debe ser leída no como una parodia, sino como una advertencia.
Los nazis pueden haber sido detenidos en su intento de conquistar Gran Bretaña, pero yo soy uno que no dormirá tranquilo hasta que los ejércitos de la tolerancia hayan rodeado Virginia Beach, dejando a Pat y Dee Dee Robertson atrincherados en su búnker del Family Channel, sin más elección que morder la pastilla de cianuro, como otra pareja abominable hizo, no hace tanto tiempo, en Berlín».
La novela sigue al protagonista, Dean Seagrave, mientras busca a su examante, Pablo Ortega, por los alrededores de Los Ángeles.
[25] Según Joel Perry, en una reseña para la revista The Advocate, la novela se presenta como una supuesta transcripción de una serie de cintas dictadas por el protagonista, sosteniendo la larga narración «con una construcción inteligente y exposiciones situadas en los lugares adecuados».
[24] El protagonista apenas espera hasta acabar la primera página para anunciar: «Soy un tipo sin sandeces, y un maricón furioso, así que no me jodan porque estoy en una misión».
Para despejar cualquier duda de que la novela pueda ser una dulce y sensible novela gay, continúa: «Atención a todos los reproductores: más os vale apartaros de mi camino como el puto Mar Rojo, porque estoy muy cabreado, y si estáis en mi camino, os voy a atravesar el culo y aplastar a vuestros bebés».
[25] Los gais no salen tampoco bien parados en la novela, especialmente si son promiscuos, y las víctimas «obtienen lo que se merecen», según Ehrenreich, aunque en este caso sea tanto el sida como una muerte violenta.
[25] Publicada en 2002 por Alyson Books, Anarchy (anarquía) fue la segunda novela de Baker editada por Scott Brassart.
Del manuscrito crudo el editor fue capaz de seleccionar una sólida historia, al tiempo que se mantenía fiel al original: solo una referencia al en aquel momento presidente de los Estados Unidos George W. Bush (elegido tras el fallecimiento del autor) parece, si no fuera de lugar, demasiado moderna para haber estado en el manuscrito original.
[29][30] El mismo Baker estimó que solo habría vendido unas 25.000 copias de cada libro.
Me di cuenta de que no todo podía ser agradable ni políticamente correcto.
Si los negros (y latinos) quieren mi respeto tendrán que acabar con su propia homofobia.
[31] En un artículo titulado «A Big Disease with a Little Name: Responses to AIDS in Contemporary Culture» (Una gran enfermedad con un nombre pequeño: respuestas al sida en la cultura contemporánea) de la revista Mots Pluriels de 1997, Mark Pegrum criticó el libro diciendo: «La obra rápidamente se convierte en una apología del terrorismo político y efectivamente defiende el asesinato de toda la Nueva Derecha Americana.
Aunque las razones para esos motivos de venganza son tal vez evidentes, ¿puede realmente ser tolerada?
[34] Después del recibimiento que tuvo Tim and Pete, con críticas que le llamaban «El último "hombre furioso" gay», Baker tuvo dificultades para encontrar una editorial para su obra y su posición financiera pasó a ser precaria.
Los derechos de Wonder Boy y Fuel-Injected Dreams han sido adquiridos para el cine varias veces, recientemente en 2004, aunque nunca se produjeron.
El trabajo de Baker ha sido publicado también en Alemania, Suecia, Italia, Gran Bretaña, Australia, Japón y Rusia.
Además, escribió dos guiones que aún no han sido filmados: Inez y Desert Women.