El Partido Socialista Obrero Español obtuvo mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados.
Estos resultados ostentan hasta la actualidad la cifra más elevada de escaños conseguidos por un partido en unas elecciones democráticas en España.
Los resultados en el Senado fueron también muy favorables para el Partido Socialista Obrero Español, que obtuvo 96 escaños frente a los 48 de Alianza Popular-Partido Demócrata Popular (AP-PDP).
Una mayoría absoluta que pasó a la historia como «el rodillo»[2] y que se mantiene como el registro de mayor apoyo parlamentario a un candidato en una sesión de investidura.
La investidura de Felipe González estaba tan garantizada que el diputado socialista y Presidente del Congreso, Gregorio Peces Barba, se permitió la insólita libertad de abstenerse, siendo esta la primera y única vez en la democracia española en la que un diputado presente en la votación no votó a favor del candidato de su partido.
El triunfo del Partido Socialista Obrero Español supuso un vuelco político, la izquierda volvía al Gobierno de España tras 46 años, y con un respaldo inédito pues nunca antes un partido de izquierdas había recibido tantos votos en solitario.
El 2 de diciembre Felipe González presentó juramento ante el rey Juan Carlos I.
Felipe González moderó considerablemente su discurso, tanto en las formas como en el contenido del mismo.
Estas elecciones deciden desde esta fecha y en los futuros comicios, el gobierno de 13 de las 17 comunidades autónomas, puesto que Galicia, Andalucía, País Vasco y Cataluña convocan elecciones por separado.
En Castilla y León el PSOE también consiguió la victoria con 42 escaños frente a los 39 de la Coalición Popular.
En el resto de comunidades autónomas ya se habían celebrado elecciones: Durante la II legislatura habrá de nuevo elecciones en Cataluña y País Vasco en 1984, y en Galicia en 1985.
A finales del año 1983 es convalidado en el Congreso el Decreto-ley de Reconversión Industrial.
El ministro de Economía, Miguel Boyer, expone ante el Congreso de los Diputados los presuntos delitos fiscales del grupo Rumasa que motivaron la expropiación, y las razones que avalan la constitucionalidad del Decreto-Ley.
El 23 de febrero, los Comandos Autónomos Anticapitalistas asesinan al senador socialista Enrique Casas.
Un portavoz de la organización terrorista manifiesta en París que ETA militar acepta negociar con el Gobierno "donde quiera y cuando quiera, siempre que se haga sobre los puntos de la alternativa KAS".
En el económico, como ya venían haciendo los socialistas franceses, Felipe González se decantó por el pragmatismo liberal y acometió una dolorosa reconversión industrial a partir de 1983 y otras reformas estructurales, que consideraba ineludibles para la modernización del país.
La reducción de la inflación constituyó un objetivo declarado desde el primer momento.
Los sindicatos consideraban necesario dar ese toque de atención al gobierno socialista.
[5] La jornada laboral de los españoles quedó reducida a cuarenta horas semanales y el período de vacaciones fue ampliado, para todos los trabajadores, a 30 días.
En 1985 se restablecen totalmente las comunicaciones con Gibraltar, debido a un acuerdo entre Reino Unido y España firmado en noviembre de 1984.
Se realizaron importantes visitas oficiales a España durante la II legislatura.
Felipe González pedirá el "sí" a la OTAN en la campaña del referéndum.
Convocado por el gobierno, los españoles mayores de 18 años podían contestar a la pregunta "¿Considera conveniente para España permanecer en la Alianza Atlántica en los términos acordados por el Gobierno de la Nación?".
[8] El "no" únicamente triunfó en las comunidades autónomas de Cataluña, Navarra, País Vasco y Canarias.