Hot

Así, en los estilos más tempranos, en los que los grupos actuaban preferentemente como comparsas publicitarias y en entierros o festejos, el equipo rítmico se fundamentaba con tres instrumentos: tambor-caja, bamboula (tambor de origen afrocaribeño, parecido a un timbal) y tuba.

Igual ocurrió con el banjo, que fue sustituido paulatinamente por el piano y, en raras ocasiones, por la guitarra.

La posterior difusión del concepto de cool, en principio por parte de gente cercana a la música, pero no dedicada a ella (periodistas, críticos, etc.), como algo opuesto al hot (es decir: como algo más deliberado y estudiado) consolidó el equívoco.

Algunos autores citan, ya en 1863, la del cornetista Sam Thomas, en Memphis, o la de Louis Ned, en 1874.

Aún no se ha desprendido de las influencias del minstrel y lleva al extremo las características antes enumeradas.

Las improvisaciones, en el sentido que hoy las conocemos, no existían; de hecho, los solistas elaboraban largas variaciones melódicas sobre el tema principal (usualmente integrado por dos canciones diferentes), en tempos muy lentos o medios, nunca rápidos.

Sus principales figuras fueron, en una primera época, el corneta Papa Jack Laine; el trompetista Nick La Rocca y sus Original Jass; los Louisiana Five de Anton Lada y del trombonista Edward "Kid" Ory, o los New Orleans Rhythm Kings.

En esta emigración se embarcaron músicos de renombre, como el corneta Joe King Oliver, el trombonista George Brunis, el pianista Jelly Roll Morton, los clarinetistas Johnny Dodds y Sidney Bechet y otros, así como un buen número de jóvenes promesas, como Louis Armstrong (entonces segundo corneta en la banda de King Oliver), el baterista Zutty Singleton, etc.

La escena neoyorkina la controlaban músicos como Louis Mitchell, Jimmy Reese Europe, Willie "The Lion" Smith, el pianista Fats Waller o el saxofonista Don Redman.

En Nueva York, el Hot perdió definitivamente un buen número de sus características, sustituyéndose la improvisación colectiva por pasajes orquestales arreglados, estructurándose los temas en forma más rígida y adaptándose definitivamente a una peculiar forma de llevar el ritmo, que en el sur llamaban swing.