Holocausto (término)

[2]​ Para el judaísmo, Shoá (שואה), que significa «La Catástrofe» en hebreo, se convirtió en la palabra que designa «El Holocausto» del siglo XX, la cual se recuerda cada año en el Yom HaShoah (Día de la Shoá).

426–355 a. C.) describiendo el sacrificio de un animal,[3]​ aunque el término rara vez era usado en la religión griega.

[4]​ Alrededor del 250 a. C. en la traducción griega de la Biblia, la Septuaginta (abreviada LXX), que comenzó en el 3er siglo a. C., se usado holokautoma y holókauston alrededor de doscientas veces para las palabras Olah (עלה) y Kalil (כליל), que a menudo se usan una junto a la otra en el Tanach, la Biblia hebrea.

[10]​ La palabra se desarrolló gradualmente hasta alcanzar el significado de masacre, ya adquiriendo una connotación totalmente secular.

[11]​[12]​ A fines del siglo XIX, el periódico estadounidense The New York Times utilizó la palabra holocausto en 1895 para describir la masacre otomana de cristianos armenios.

[13]​ A principios del siglo XX, posiblemente el primero en utilizar el término fue el periodista Melville Chater en 1925, para describir el saqueo e incendio de Esmirna, en 1922, en el contexto del genocidio turco contra los cristianos de Anatolia.

Por su parte, el historiador británico Geoff Eley escribió en un ensayo de 1982 titulado Historia del Holocausto, que pensaba que el término «Holocausto» implica «una cierta mistificación, una insistencia en el carácter exclusivamente judío de la experiencia».

Fueron el único otro grupo que los nazis mataron sistemáticamente en cámaras de gas junto a los judíos».

[30]​ La inclusión de víctimas no judías de los nazis en el Holocausto es objetada por muchas personas, incluidas organizaciones como Yad Vashem, una institución estatal israelí en Jerusalén establecida en 1953 para conmemorar a las víctimas del Holocausto.

[38]​ En la novela de 1960 The Rise and Fall of the Third Reich (en español: El ascenso y caída del Tercer Reich) de William Shirer, el genocidio se describe como «La solución final», entre comillas, no mencionándose la palabra «Holocausto».

[39]​ Tanto en inglés como en alemán, «Solución final» se ha utilizado ampliamente como una alternativa a «Holocausto».

Durante un tiempo después de la Segunda Guerra Mundial, los historiadores alemanes también usaron el término Völkermord («genocidio»), o en su totalidad, der Völkermord an den Juden («el genocidio del pueblo judío»), mientras que el término predominante hoy en día en Alemania es Holocausto o cada vez más shoá.

La palabra bíblica Shoah (שואה), también deletreada Shoá y Sho'ah, que significa «calamidad» en hebreo, término que a su vez se usa para referirse a destrucción desde la Edad Media, se convirtió en el término hebreo para referirse al Holocausto del siglo XX desde principios de la década de 1940.

Por ejemplo, en 1934, cuando Chaim Weizmann le dijo al Comité de Acción Sionista que el ascenso al poder de Hitler había sido «una catástrofe imprevista, comparable a otra guerra mundial» (en alemán: unvorhergesehene Katastrophe, etwa ein neuer Weltkrieg), la prensa hebrea tradujo Katastrophe como Shoah.

[44]​ Desde entonces Yad Vashem ha cambiado su lenguaje, utilizando la palabra «Holocausto», generalmente en mayúscula, en especial referencia al genocidio de los judíos europeos.

El historiador israelí Saul Friedländer escribió en 1987 sobre «la creciente centralidad de la Shoá para las comunidades judías en la Diáspora» y que «La Shoah se está convirtiendo casi en un símbolo de identidad, para bien o para mal, ya sea por el debilitamiento del vínculo con la religión o por la menor prominencia del sionismo e Israel como elemento de identificación».

Cadáveres incinerados por el Comando Especial del campo de concentración de Auschwitz en agosto de 1944 (fotografía de Alberto Errera )
Shoah en hebreo, letras de un monumento en memoria de los judíos de Mattersburg en Austria