Masacres hamidianas

Tras la derrota del Imperio otomano en la guerra ruso-turca, 1877-1878, y las condiciones impuestas en el posterior Tratado de Berlín (1878), el sultán Abdul Hamid II se vio obligado a realizar concesiones a las minorías cristianas del imperio.

Ello generó un gran descontento entre la población musulmana que vio como perdía su papel dominante en la sociedad otomana.

Los armenios pronto comenzaron a protestar contra lo que consideraban una maniobra del gobierno para presionarles o forzar un desalojo gradual.

Para entonces los armenios ya no eran mayoría poblacional en ninguna de las seis provincias en las que se concentraban (Erzurum, Van, Bitlis, Diyarbakır, Mamuret ül-Aziz y Sivas).

[3]​ Estas minorías comenzaron a verse como sucursales del imperialismo y como una amenaza que acabaría con el Imperio.

Sasun era un cantón que reunía unos 100 pueblos, y estaba ligado administrativamente al distrito de Siirt en la provincia del mismo nombre.

Los militantes nacionalistas consiguieron reunir a unos 400 combatientes armenios los cuales, comandados por Hampartsoum Boyadjian, se prepararon para la resistencia.

También la Federación Revolucionaria Armenia desempeñó un papel importante al armar a la población de la región.

Los soldados llevaban material combustible para incendiar propiedades y viviendas, en muchos casos con personas en su interior.

El diplomático relató igualmente las numerosas atrocidades cometidas contra la población hasta causarles la muerte.

Para la realización del informe contó principalmente con los testimonios procedentes de los propios soldados que participaron en los hechos.

[9]​ El castigo a los culpables se saldó con las condecoraciones que Abdul Hamid II otorgó al muftí de Muş y al jefe de las tropas turcas que había dirigido los asesinatos, Zekki Paşa.

Unas 3 o 4 mil personas se congregaron con el fin de llegar hasta la sede del gobierno otomano.

Era una convocatoria histórica, pues por primera vez una multitud no musulmana organizaba en la misma capital una gran manifestación de protesta.

Como sucedía en Sasun, la comarca ofrecía una posición ventajosa para la resistencia armada a causa de las montañas que la rodeaban.

Las fuerzas armenias resistieron los ataques durante más de tres meses, ayudados por la orografía y la dureza del clima.

Prometió además introducir nuevas reformas recomendadas por las cancillerías extranjeras, así como designar un gobernador cristiano para la región (Kaza).

[10]​ El historiador turco Osman Nuri observó: "La mera mención de la palabra 'reforma' irritaba a [Abdul Hamit], incitando su instinto criminal.

"[12]​[13]​ Un vicecónsul francés declaró que el objetivo del Imperio otomano fue "aniquilar gradualmente a los elementos cristianos".

En ese último año, el Sultán Hamid declaró que la cuestión armenia había concluido.

Mujer armenia en 1896.
Una caricatura política francesa contemporánea retrata al sultán Abdul Hamid II como un carnicero de los armenios.
Panorámica de Estambul hacia 1895.
Comercio de armenios en la ciudad de Van (finales del siglo XIX ).
Masacre en Erzurum, 30 de octubre de 1895.