Historia de la aspirina

La Historia de la aspirina (también conocida como ácido acetilsalicílico o AAS) y su aplicación médica junto con otras sustancias relacionadas se remonta a la historia antigua, aunque la aspirina pura solo se ha fabricado y comercializado desde 1899.

Medicamentos hechos de sauce y otras plantas ricas en salicilato aparecen en papiros de farmacología faraónica egipcia[1]​ pertenecientes al segundo milenio a. C. Hipócrates se refirió al uso del té salicílico como remedio para reducir la fiebre alrededor del año 400 a. C.[cita requerida].

En 1899, Bayer llamó a este fármaco "Aspirina" y la vendió en todo el mundo.

Las ventas de aspirina volvieron a cobrar fuerza en las últimas décadas del siglo XX, y siguen siendo fuertes en el siglo XXI debido a su uso generalizado como medicamento preventivo para ataques al corazón e infartos.

Los medicamentos derivados de la corteza del árbol del sauce y otras plantas ricas en salicilatos han sido parte de la farmacopea que se remonta, por lo menos, a la antigua Sumeria.

Sin embargo, los efectos secundarios desagradables que producían, particularmente irritación gástrica, limitaban su utilidad.

En 1894, el joven químico Felix Hoffman se unió al grupo de farmacéuticos.

Dreser, Eichengrün y Hoffman serían las figuras claves en el desarrollo del ácido acetilsalicílico como fármaco, aspirina (aunque sus respectivos papeles han sido objeto de ciertas discrepancias o rivalidades).

Ellos fueron los primeros en asignarle la estructura correcta con el grupo acetil conectado al oxígeno fenólico.

Sin embargo, Carl Duisberg tomó parte en el dilema y programó un ensayo completo.

Seguidamente, Dreser reconoció el potencial del AAS y Bayer decidió seguir adelante con la producción.

Sin embargo, durante muchos años Dreser atribuyó el descubrimiento de la aspirina únicamente a Hoffman.

Esta afirmación fue apoyada posteriormente por una investigación llevada a cabo por el historiador Walter Sneader.

Sneader no mencionó que Hoffman aparece como el inventor del fármaco en la patente de los Estados Unidos.

La palabra aspirina tomó la "a" por la acetilación, "spir" del Spirsäure (ácido spírico o salicílico), y se añadió la terminación "ina", que era una terminación típica de los medicamentos en esa época.

Dado que la sustancia en sí ya era conocida, Bayer decidió usar el nuevo nombre para demostrar que el medicamento era algo nuevo; en enero de 1899 se decidieron por "Aspirina".

Por consiguiente, la empresa Bayer se limitó a comercializar la aspirina para los médicos directamente.

[36]​ Otra cosa es el nombre "Aspirina", es decir la marca, que fue registrada sin problema por Bayer en Alemania y resto de países.

En 1903 la empresa Bayer creó una filial americana remodelando una fábrica en Rensselaer, Nueva York, para producir aspirina para el mercado estadounidense sin pagar derechos de importación.

En los Estados Unidos, que solo entró en el conflicto en 1917, Bayer estaba todavía bajo el control alemán, aunque la guerra interrumpió los vínculos entre la planta estadounidense de Bayer y la Bayer con sede en Alemania, pero la escasez de fenol amenazó con reducir la producción de la aspirina a una muy pequeña cantidad, y las importaciones a través del Océano Atlántico fueron bloqueadas por la Royal Navy.

Aunque las actividades no eran ilegales, ya que Estados Unidos era todavía oficialmente neutral y seguía negociando con Alemania, pronto se filtraron los documentos al periódico antialemán: el New York World.

Sin embargo, Palmer descubrió pronto esta intriga e incautó todas las tenencias estadounidenses de Bayer.

Sus propiedades para reducir la fiebre le dio a muchos pacientes la suficiente fuerza para luchar contra la infección.

En 1920, la United Drug Company impugnó la marca comercial “aspirina”, que se convirtió oficialmente en el genérico para la venta al público en los EE.

El presidente de Sterling, William E. Weiss tenía como objetivo vender la aspirina de Bayer no solo en los Estados Unidos sino también en el extranjero, haciéndole así la competencia a la Bayer alemana.

La compañía australiana Nicholas Proprietary Limited, mediante las agresivas estrategias de mercadotecnia de George Davies, convirtió a Aspro en una marca global, con especial fuerza en Australia, Nueva Zelanda y el Reino Unido.

introdujo acetaminofeno (también denominado paracetamol) al mercado bajo la marca comercial de "Panadol".

[57]​ El mecanismo de las propiedades analgésicas, antiinflamatorias y antipiréticas de la aspirina era desconocido debido al apogeo que tuvo el medicamento a principios y mediados del siglo XX.

Sin embargo, los estudios de Craven no fueron tomados en serio por la comunidad médica porque no se había hecho un estudio controlado con placebo y solo había publicado sus resultados en revistas desconocidas.

Elwood comenzó un ensayo a gran escala de la aspirina como medicamento preventivo para los ataques cardiacos.

Edward Stone descubrió que la corteza del sauce blanco Salix alba podría sustituir a la quina en el tratamiento de la fiebre intermitente (ague).
"Spirea", o Reina de los prados , es el homónimo alemán de Spirsäure (ácido salicílico) y, en última instancia, aspirina.
El 15 de agosto de 1915, la edición del New York World dio la noticia de la trama del fenol y otras actividades proalemanas clandestinas que fueron organizadas por Johann Heinrich von Bernstorff y Heinrich Alberts..
Bayer comenzó a anunciar su producto directamente a los consumidores justo antes de la expiración de la patente de la aspirina. Este anuncio, de The New York Times , del 19 de febrero de 1917, hace hincapié en Bayer como “Una aspirina verdadera” en previsión de la competencia legal en el mercado americano.
Embalaje Aspro 1931