Historia de la Iglesia católica en México

Las disposiciones en contra de la iglesia católica, aumentaron las tensiones entre los católicos más radicales hasta dar inicio a la guerra cristera como extensión de la revolución hasta agotarse ambos bandos y acordar la paz en el llamado modus vivendi.

Las relaciones entre la Iglesia y el estado se reestablecieron oficialmente hasta 1993, en que el gobierno de Carlos Salinas reconoció permanentemente la personalidad jurídica de todas las religiones establecidas en México, pero cuya reforma iba principalmente dirigida a la iglesia mayoritaria en el país.

Los tlaxcaltecas fueron un pueblo aliado de los españoles en la conquista y ellos serían el primer pueblo que se sometió al cristianismo en su totalidad apenas se logró la alianza con ellos, bautizándose los cuatro caciques que dirigían la antigua República de Tlaxcala y cambiando sus nombres indígenas por nombres cristianos fungiendo como padrinos los mismos conquistadores.

A esta autorización del papado hacia la monarquía española se le conoció como Patronato real.

Ante la ausencia de un clero diocesano y una jerarquía en estas tierras, Cortés solicitó a la corona que llegaran misioneros de las órdenes mendicantes para establecerse en la Nueva España y emprender la misión evangelizadora del pueblo conquistado.

También los jóvenes que aun no se habían educado en las creencias paganas fueron el objetivo de los religiosos.

Otro caso importante se dio en Texcoco, con el noble acolhua don Carlos Ometochtzin, quien fue acusado y condenado por sedición por la inquisición apostólica (la formada por un obispo, en este caso Zumárraga para atender asuntos inquisitoriales) y el obispo lo mandó a ejecutar en 1536.

[7]​ Las reformas borbónicas habían reforzado el papel del estado disminuyendo con ello la hegemonía y el poder de la iglesia católica.

Debido a sus orígenes y a la influencia de su esposa Carmen Romero Rubio que era devota católica, el presidente se preocupó por fortalecer los lazos del gobierno mexicano con la iglesia católica llegando a establecer un acuerdo de convivencia pacífica en 1905 ignorando las leyes anticlericales heredadas por sus dos inmediatos antecesores: Benito Juárez y Sebastián Lerdo de Tejada quienes eran fervientes liberales.

De este modo quedaron atrás las disputas y alejamientos con la Santa Sede que existían desde el siglo XIX.

Reproducción de una bandera utilizada por "Los Cristeros"
Los tlaxcaltecas fueron el primer pueblo indígena mexicano que fue sometido voluntariamente al cristianismo.
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Pintura mural indígena en el Exconvento de Huejotzingo que representa a seis de los doce primeros franciscanos misioneros en la Nueva España
Niños Mártires de Tlaxcala , asesinados durante los primeros años de evangelización por considerarlos traidores a las creencias antiguas
El padre de la patria Miguel Hidalgo y Costilla pintado por José Clemente Orozco
El arzobispo de Oaxaca Eulogio Gillow y Zavala fue pieza clave en el proceso de reconciliación entre la iglesia católica y el gobierno de Porfirio Díaz