Reforma

El uso de este término, en el sentido indicado, surgió a fines de los años 1700, y se cree que tuvo su origen en el movimiento «Asociación de Cristóbal Wyvill», que entonces se identificaba con la "Reforma Parlamentaria" como su objetivo primario.Una reforma, en algún sentido, procura mejorar el sistema de que se trata mientras el mismo se continúa aplicando, y en muchos casos hay en este proceso una gradualidad y continuidad.Por el contrario, los grupos radicales, cuando encaran cambios en un sistema, en muchos casos proponen o tratan de promover cambios profundos, incluso con el derrocamiento o desplazamiento del propio gobierno o de la cúpula directiva del sistema, incluso con la sustitución de un grupo de gente por el propio grupo que propone los cambios y que intenta llevarlos adelante.El concepto de reforma[2]​se distingue claramente del concepto de revolución, ya que este último término equivale a operar un cambio radical y básico, a veces realizado con violencia o con guerra.La rotación de jerarquías o los límites de tiempo en los desempeños, por contraste, en cierto sentido serían más revolucionarios, ya que alteran bastante radicalmente el entramado político o administrativo del sistema (estructura, institución, oficina), cambiando las relaciones entre dirigentes y dirigidos, entre titulares y miembros.
«Liberación de los campesinos (Lectura del Manifiesto)». Borís Kustódiev, 1907