Fue escrito en 1792 por Rouget de Lisle[1] Fue prohibido durante el Imperio y la Restauración.
La Guerra de la Primera Coalición fue un esfuerzo por detener la revolución, o al menos contenerla en Francia.
De Dietrich fue ejecutado al año siguiente, durante el Reinado del Terror.
Como la gran mayoría de los alsacianos no hablaban francés, en octubre de 1792 se publicó en Colmar una versión en alemán (Auf, Brüder, auf dem Tag entgegen).
[7] Más tarde perdió este estatus bajo Napoleón I, y la canción fue prohibida directamente por Luis XVIII y Carlos X, siendo reinstaurada sólo brevemente tras la Revolución de Julio de 1830.
Durante el siglo XIX y principios del XX, La Marsellesa fue reconocida como el himno del movimiento revolucionario internacional; como tal, fue adoptada por la Comuna de París en 1871, aunque con una nueva letra bajo el título «La marsellesa de la Comuna».
Ocho años más tarde, en 1879, fue restituido como himno nacional de Francia, y así ha permanecido desde entonces.
Mireille Mathieu grabó una versión en la que entona La Marsellesa cantando la primera, quinta y sexta estrofas, además del estribillo.
Contre nous de la tyrannie L'étendard sanglant est levé (bis)
Entendez-vous dans les campagnes Mugir ces féroces soldats ?
C'est nous qu'on ose méditer De rendre à l'antique esclavage !
¿Para quién esas viles cadenas, esos grilletes de hace tiempo preparados?
¡Cómo, esas falanges mercenarias derrotarían a nuestros fieros guerreros!
Encadenadas por otras manos, nuestras frentes se inclinarían bajo el yugo.
vos projets parricides Vont enfin recevoir leurs prix !
Tout est soldat pour vous combattre, S'ils tombent, nos jeunes héros, La terre en produit de nouveaux, Contre vous tout prêts à se battre !
Temblad, tiranos y pérfidos, oprobio de todos los partidos ¡temblad!
Épargnez ces tristes victimes À regret s'armant contre nous.
¡Amor sagrado de la Patria, conduce y sostén nuestros brazos vengadores!
¡Que la victoria, a tus voces viriles, acuda bajo nuestras banderas!
¡Que tus enemigos, al expirar, vean tu triunfo y nuestra gloria!
Nous entrerons dans la carrière Quand nos aînés n'y seront plus, Nous y trouverons leur poussière Et la trace de leurs vertus (bis)