El ejército francés del Norte, comandado por Charles François Dumouriez, y el ejército francés del Centro, al mando de François Christophe Kellermann, detuvieron el avance del ejército prusiano, dirigido por Carlos Guillermo Fernando, duque de Brunswick-Luneburgo.
El comandante, coronel Beaurepaire, se suicidó de un disparo en la cabeza ante la desesperación, y la ciudad se vio obligada a rendirse el 3 de septiembre.
Brunswick comenzó entonces el avance hacía París y se aproximó a los desfiladeros de Argonne.
Dumouriez, de manera intrépida, cambió su frente para encarar al norte, con su ala derecha en el Argonne y la izquierda empujando con dirección a Châlons, y en esta posición se le unió Kellermann en Sainte-Menehould el 19 de septiembre.
Diez días después, sin haberse disparado un tiro, el ejército invasor comenzó la retirada.