Obertura 1812

Al no poder asentar sus cuarteles de invierno, Napoleón se vio obligado a abandonar Rusia.

El pueblo ruso respondió en masa, congregándose en las iglesias de toda Rusia para ofrecer sus oraciones para una intervención divina (representado por el himno religioso inicial).

Las notas ominosas que suenan a continuación expresan la inminencia del conflicto y la preparación para la batalla, en un cruce entre la desesperación y un gran entusiasmo, seguido por los sones distantes de La marsellesa representando el avance francés.

Este pedido apasionado y la respuesta popular quedan plasmados en la pieza tradicional rusa que sigue.

La Marsellesa vuelve a elevarse, indicando el avance sobre Moscú por parte de las fuerzas francesas.

Los rusos abandonan sus pueblos y ciudades en el camino a Moscú, dejando atrás tierra arrasada, y el crescendo de la música tradicional rusa va imponiéndose contra el himno francés, hasta que este choque llega a un punto elevado, indicando la caída de la última línea de defensa rusa, al tiempo que Moscú arde.

Las tropas invasoras comienzan su retirada, pero sus cañones, atrapados en el terreno congelado, son capturados por los rusos que los disparan para expulsarlos.

Nikolái Rubinstein, amigo y mentor de Chaikovski, le sugirió componer una gran obra conmemorativa para interpretarla en esas celebraciones.

Había planeado interpretar la obra en la plaza frente a la catedral, con una banda de metales acompañando a la orquesta, las campanas de la catedral y otras campanas en los alrededores tocando repiques y salvas de artillería disparadas con un panel eléctrico para asegurar la precisión requerida por la partitura, en la cual cada disparo debe sonar en el momento adecuado.

Sin embargo, este plan era muy ambicioso y no se pudo llevar a cabo.

[5]​ Mientras tanto, Chaikovski le expresaba su desencanto a su protectora y mecenas Nadezhda von Meck, diciendo que la Obertura 1812 sería «muy fuerte y ruidosa, pero carente de mérito artístico, porque la escribí sin calidez ni cariño», sumándose así a la legión de artistas que de tiempo en tiempo han menospreciado su propia obra.

Otras interpretaciones que dirigió en Europa y América incluyeron cañonazos simulados o inexactos.

Los directores Antal Doráti y Erich Kunzel fueron los primeros en interpretar la obertura en vivo utilizando disparos de cañón reales con exacta fidelidad a como fue escrita.

En ocasiones, esta parte de la obertura la canta a capela un coro, aunque no es original del compositor.

Continúa con una mezcla de melodías tradicionales (incluida la danza A la puerta, a mi puerta) y militares, que representan la angustia creciente del pueblo ruso al saberse invadidos por el ejército francés.

La pieza continúa con una marcha presentada por los metales, donde se oye cargar a los ejércitos para enfrentarse en la batalla de Borodinó.

Segunda versión Спаси, Господи, люди Твоя, И благослови достояние Твое.

Спаси, Господи, люди Твоя, и благослови достояние Твое, На сопротивныя даруя.

Spasi, Gospodi, ludi Tvoya, y blagoslovi dostoyanie Tvoe, Na soprotivniya daruya.

Antal Doráti fue el primer director que pudo plasmar una interpretación en vivo con una fidelidad exacta de los disparos tal cual están escritos en la partitura.

Chaikovski compuso esta obra para conmemorar la victoria de la resistencia rusa tras la invasión napoleónica .
Interpretación en Melbourne en 2005.