Envió ayuda a su cuñado, Eduardo III, rey de Inglaterra, que estaba en guerra con Francia.
Los Caballeros Teutones, indignados con el proceder de su Gran Maestro, lo depusieron poco después.
Se dice que este emperador quiso elevar el condado de Holanda a la categoría de ducado; pero Guillermo no pudo aceptar esta oferta pues resultaba onerosa para sus súbditos.
Sin embargo, el conde Guillermo presionó para que fuera elegido Juan de Arkel.
El conde Guillermo fue nombrado tutor del obispado por los partidarios de Arkel durante la sede vacante.
Guillermo IV molesto con esta retirada del obispo se dispuso a castigar su ingratitud.
El conde entró en la diócesis y tras dos batallas victoriosas, en 1345, puso sitio a Utrecht.
El mal tiempo dispersó la flota que no pudo llegar unida a la costa de Frisia.
Juan de Beaumont desembarcó y se lanzó imprudentemente a la lucha siendo abatido.
El conde Guillermo a la cabeza de quinientos caballeros atacó después; pero los frisones, escondidos tras las cañas, lo rodearon y le dieron muerte.