Margarita de Constantinopla

Dos años después ella marchó hacia Acre para unírsele, dejando a las hermanas bajo la tutela de su tío Felipe I de Namur.[1]​ El rey de Francia Felipe Augusto decidió aprovechar la coyuntura favorable a sus intereses en Artois y en 1208 reclamó la custodia de las hermanas invocando derechos feudales.Embarcados a la guerra con Francia por las cesiones a las que se habían visto forzados en Artois, Juana y Fernando se propusieron casar a Margarita con el conde de Salisbury, para reforzar los lazos de Flandes con Inglaterra, pero Bouchard de Avesnes, con la conformidad del rey de Francia, obstaculizó la unión.[3]​ A pesar de la considerable diferencia de edad, Bouchard se había hecho querer por ella, que en presencia de un considerable número de burgueses del condado declaró no querer a otro esposo que a él, y ese mismo año o poco después contrajeron matrimonio.Los primeros diez años de su reinado se vieron en consecuencia convulsionados por las rivalidades entre los Avesnes y los Dampierre con sus respectivos clanes, hasta derivar en una auténtica guerra civil.[7]​ La salomónica resolución del arbitraje solicitado por Juan de Avesnes a Luis IX de Francia, san Luis, ratificada en 1256, si bien respondía al espíritu de equidad del monarca, tenía un efecto político claramente ventajoso para los intereses de Francia, al dislocar el condado, y no sirvió para evitar la guerra.[11]​ En 1270 se involucró en una guerra comercial con Inglaterra, probablemente la primera vez que el arma de la economía era abiertamente empleada en un conflicto entre estados, con resultado desfavorable.
Sello de Margarita de Constantinopla, condesa de Flandes y de Henao.