Guido de Flandes

Esto llevó a una devastadora guerra comercial con Inglaterra, que proporcionaba la mayor parte de la lana para los tejedores flamencos.

[2]​ Tras su abdicación en 1278, Guido a menudo se encontró con dificultades con los díscolos plebeyos.

Guido fue llamado de nuevo ante el rey en 1296, y las principales ciudades de Flandes fueron tomadas bajo protección del rey hasta que Guido pagó una indemnización y entregó sus territorios, para que los tuviera por la gracia del rey.

Los burgueses flamencos, sin embargo, encontraron el gobierno francés directo más opresivo que el del conde.

Sus súbditos, no obstante, rehusaron comprometerse; y una nueva ofensiva francesa en 1304 destrozó a la flota flamenca en la batalla de Zierikzee y combatió a los flamencos en la batalla de Mons-en-Pévèle.

Esterlina de Guido de Dampierre, acuñada en Namur (hacia 1295-1296).