Derrotó a los flamencos en 1297 en la Batalla de Furnes,[2] pero su hijo Felipe, que combatía a su lado, fue gravemente herido y murió poco después.
Entonces se enfrentó al ejército flamenco en la Batalla de las Espuelas Doradas.
Su infantería avanzó con gran éxito contra los flamencos (en su mayor parte, milicias urbanas), pero ordenó que regresaran para permitir a su caballería hacer la exitosa carga final.
Roberto guio varias reservas en una segunda carga intentando cambiar el resultado de la batalla, pero fue detenido por la infantería flamenca.
[3] Después de su muerte, su hija Mahaut heredó Artois, pero su nieto Roberto intentó reclamarla, sin éxito.