El Katipunan, dirigido por Andrés Bonifacio, comenzó a influir en gran parte de Filipinas, aprovechando los fracasos españoles contra los nacionalistas cubanos en 1895 y declarando a España un imperio debilitado.Durante una reunión de masas en Caloocan, los líderes del Katipunan se organizaron en un gobierno revolucionario, llamaron al recién establecido gobierno "Haring Bayang Katagalugan", y declararon abiertamente una revolución armada en todo el país.Una lucha por el poder entre los revolucionarios condujo a un esquismo entre los líderes del Katipunan seguido de ejecución de Bonifacio en 1897, habiendo pasado el mando a Emilio Aguinaldo, que dirigía la recién formada gobierno revolucionario.Ese año, los revolucionarios y los españoles firmaron el Pacto de Biak-na-Bato, que redujo temporalmente las hostilidades.[9] En junio de 1899, la naciente Primera República Filipina declaró formalmente la guerra a Estados Unidos,[10] en la que se impusieron los estadounidenses.En esos momentos, cuando la península estaba «a punto de ver desaparecer su preponderancia en las Antillas», aparecían nuevas oportunidades en Extremo Oriente.[cita requerida] Para la promoción del mercado filipino se organizó una exposición en Madrid en 1887, y un año después, en el seno de la Exposición Universal de Barcelona, Filipinas tuvo su propio pabellón.Por otra parte, se había producido un hecho que acortaba enormemente las distancias.Estas esperanzas fijadas por los hombres de negocios españoles en el archipiélago del Pacífico tenían su fundamento.Una muestra de ellos fue el Banco Español Filipino, fundado en 1851 y primera entidad financiera moderna del continente asiático.Hasta 1896, las tropas españolas, que también nutrían sus filas con regimientos isleños, resolvieron los levantamientos contra la ocupación sin excesivos problemas.Muchas, sin embargo, optaron por una vía más radical, como sucedió con la Venerable Sociedad Suprema de los Hijos del Pueblo, conocida en el idioma tagalo como Katipunan.El grupo, con Emilio Aguinaldo como líder más destacado, tenía tres grandes objetivos: luchar por la soberanía de Filipinas, promover una sociedad más solidaria y defender y extender los valores democráticos.Entre sus víctimas figuró José Rizal, acusado injustamente de complicidad con el Katipunan.La lideraban Canuto Villanueva como jefe supremo y el general Eusebio Roque —conocido como «Maestrong Sebio» o «Dimabungo»—, el cual estaba al mando de un ejército entre 3000 a 6000 hombres, y habían constituido una verdadera ciudad fortaleza.En realidad, para hacer frente al ímpetu independentista, España oponía muy pocas fuerzas.Los abusos del gobierno, el ejército y el clero españoles, frecuentes durante tres siglos de dominio colonial, y la denuncia de estos abusos por parte de los "ilustrados" a finales del siglo XIX, allanaron el camino para un pueblo filipino unido.[12][13] Sin embargo, el crecimiento del nacionalismo fue lento debido a la dificultad de las relaciones sociales y económicas entre los filipinos.Con el tiempo, la resistencia armada se extendió por toda la región Tagalo meridional, especialmente en Provincia de Cavite, donde las ciudades fueron liberadas gradualmente durante los primeros meses del levantamiento.[30] En 1834, algunos comerciantes estadounidenses se establecieron en Manila e invirtieron grandes sumas en negocios.Al principio, los estadounidenses tenían ventaja sobre sus competidores británicos, porque ofrecían precios altos por exportaciones filipinas como cáñamo, azúcar y tabaco.Frente a la dura competencia británica, perdieron gradualmente su control sobre el mercado comercial filipino.Poco después, los comerciantes británicos, entre ellos James Adam Smith, Lawrence H. Bell y Robert P. Wood, dominaron el sector financiero en Manila.[32] Tras una intensa investigación de los asuntos coloniales en Filipinas, Mas presentó su informe oficial a la Corona.