El Pacto de Biak-na-Bató, firmado el 14 de diciembre de 1897,[1] fue un acuerdo entre las facciones rebeldes filipinas y las tropas españolas durante la revolución llevada a cabo por la sociedad secreta Katipunan, fundada por Andrés Bonifacio contra el gobierno español que puso fin a la primera parte de su insurrección.
Una de las órdenes de alistamiento firmadas por Emilio Aguinaldo, cayó en manos del Gobernador Político-Militar de la provincia, Fernando Parga, ordenando éste al Capitán General, Ramón Blanco y Erenas, que sofocara la insurrección.
En abril de 1897, Camilo Polavieja es relevado por Fernando Primo de Rivera, general que intensifica las acciones contra los rebeldes, obligándolos a refugiarse en las montañas.
En junio, Emilio Aguinaldo, instala su cuartel general en la sierra de Biak-na-Bató, proclamando el primer gobierno filipino.
A finales de año, el incremento en el reclutamiento en España y las divisiones entre los partidarios de Andrés Bonifacio y los partidarios de Aguinaldo, permiten a las tropas gubernamentales recuperar varias plazas en Cavite.