Golpe de Estado en Argentina de 1962

Los golpistas tomados así por sorpresa se reunieron al día siguiente con el flamante presidente y le impusieron determinadas medidas que debía adoptar durante su gobierno.

Frondizi confiaba en derrotar a los peronistas que presentaron candidatos a través de diversos partidos neoperonistas como la Unión Popular, el Movimiento Popular Neuquino y el Partido Blanco de Río Negro.

[34]​ El mismo día 18 Frondizi firmó un decreto por el que intervenía los tres poderes de las provincias de Buenos Aires, Chaco, Río Negro, Santiago del Estero y Tucumán e instruía a los interventores para que convocaran a nuevas elecciones para autoridades municipales y provinciales.

[35]​ Durante todo el proceso la Marina contaría con la asesoría destacada del abogado Mariano Grondona, que años después se convertiría en un importante periodista político.

El embajador también le transmitió a los mandos militares la opinión contraria al golpe del presidente estadounidense, pero pese a ello la CIA y los agregados militares de la embajada actuaron durante toda la crisis instigando el golpe.

[39]​ Ese mismo día el presidente provisional del Senado José María Guido, primero en la línea sucesoria, declaró públicamente que "no hay legalidad sin Frondizi".

[40]​ Por su parte el secretario de Guerra convocó al Consejo de Generales, una instancia con funciones asesoras, integrado por los generales del Ejército con mayor antigüedad, a quienes le pide opinión sobre tres variantes, sugiriendo la mayoría optar por la tercera variante: Esa noche los mandos militares realizaron una reunión amplia para fijar su posición frente a Frondizi y el gobierno.

La Marina preveía que esa solución no resultaría pero adhirió para mantener la unidad militar.

[46]​ Aramburu intervendría aconsejando a civiles políticos que aceptaran cargos y manteniendo una prolongada reunión con los funcionarios militares.

Ese mismo día Frigerio abandonó el país, concediendo así otra de las exigencias del planteo militar.

El embajador estadounidense se reúne con los jefes navales para transmitirles la postura contraria al golpe del presidente Kennedy.

En sentido contrario, la UCRP emite una declaración en la que califica la gestión de Frondizi como "desquiciadora" y ofensiva para la "dignidad argentina".

[49]​ Comienza a usarse en ese momento la expresión "solución civil", acuñada por el conservador Horacio Thedy.

Una vez más Frondizi defiende su decisión de no encubrir el golpe con su renuncia.

Ese mismo día Guido vuelve a realizar declaraciones públicas y afirma que "De ninguna manera aceptaré ocupar el sillón presidencial".

La Marina continuó oponiéndose a cualquier solución que no conllevara la salida del Presidente.

Al mediodía resolvieron volver a exigir la renuncia del Presidente y destituirlo si se negaba, pero deberían esperar hasta la tarde para comunicarle esa decisión, ya que Frondizi les concedió audiencia recién a las 17 horas.

[59]​ El compromiso secreto entre los comandantes de poner un presidente civil, acotaba la ambición del comandante del Ejército general Poggi —quien pensaba que el cargo le pertenecía "por derecho propio" y mantuvo esa intención hasta último momento— y los sectores de las Fuerzas Armadas que buscan establecer una dictadura sin limitaciones institucionales gobernada por una junta militar.

[62]​ Los historiadores se preguntan si fue una ingenuidad de Fraga o un acto intencional, pasándose al bando insurrecto.

Por la tarde, un sector del Ejército liderado por el general Armando G. Martijena, comenzó a redactar los decretos que implantaban una junta militar y disponían una amplia represión con ley marcial, tal como estaba previsto en el plan golpista que el propio Martijena había diseñado tres semanas antes, con apoyo de un sector de la Marina, liderado por los almirantes Jorge Palma y Carlos Sánchez Sañudo.

Según Kvaternik, Frondizi les presenta tres opciones: 1) aplicar el Plan Martínez; 2) que los golpistas lo depongan y lo confinen en un lugar adecuado, y a partir de ese momento él se ofrecía a colaborar como un ciudadano, para organizar una salida institucional con Guido y la Corte Suprema; 3) que impongan una junta militar, lo que llevaría al caos.

[74]​ Félix Luna presenta otra versión levemente diferente y sostiene que Frondizi les indicó cómo proceder: debían detenerlo a las 8 de la mañana y confinarlo en una base militar, preferentemente en la isla Martín García.

[75]​ Potash también menciona una reunión con Guido de los tres comandantes golpistas (Poggi, Clement y Rojas Silveyra) para ofrecerle la Presidencia, pero Guido se negó a dar ninguna respuesta sosteniendo que hasta ese momento Frondizi seguía siendo Presidente.

Luego de esa reunión "Guido desapareció deliberadamente (y) no reapareció hasta el mediodía del día 29".

Oyhanarte, con la colaboración de su colega en la Corte Ricardo Colombres, realizaron la interpretación jurídica que convenció a los demás miembros.

Enterado del hecho y con Guido en camino a la Corte, Martínez se dirigió a la Casa Rosada para ganar tiempo y evitar que los militares tomaran formalmente el gobierno, especialmente Poggi que mostraba una clara intención de asumir como Presidente.

Villegas Basavilbaso por su parte dijo -poniendo de manifiesto sus reparos-: “Podemos decir, como Cicerón, que hemos salvado la República violando la ley”.

Fue Colombres quien le respondió: “Se equivoca Cicerón, porque quien salva a la República nunca puede estar violando una ley".

Finalmente, incluso el brigadier Alsina mostró su disgusto, aun cuando había ayudado a concretar la maniobra frondizista.

[94]​ Finalmente el 19 de mayo, por Decreto 4419 Guido declaró "en receso" al Congreso Nacional.

El sindicalista peronista Andrés Framini (aquí en una imagen de 1955) que ganó la elección para gobernador de la provincia de Buenos Aires
Frondizi con Rogelio Frigerio .
José María Guido , reemplazante de Arturo Frondizi en la Presidencia.