Fompedraza

Lo inhóspito del páramo, en el que no hay una sola fuente, ni un abrigo, permite pensar que durante siglos solo haya servido, sin habitarlo, para pastar las ovejas.En la Guerra Civil no falleció ningún nacido en este pueblo, gracias a la intervención del entonces alcalde, Melquiades de la Fuente, que no dejó actuar a las milicias extremistas de Peñafiel.Ribera del Duero ha hecho que se hayan creado tres bodegas por iniciativa de personas de la localidad: Bodegas Briego por los Hermanos Benito Hernando; otra por los Hermanos Benito Alonso, que ha sido adquirida por el grupo catalán Torres; y en septiembre de 2007, inició su actividad Bodegas Veganzones, a iniciativa de los hermanos con el mismo apellido.Hasta la Real cédula de Carlos III en 1787, los enterramientos se hacían en las iglesias.Esta real cédula, que tardó mucho tiempo en obedecerse, obligó a hacer los cementerios en lugar alejado de la población, como medida higiénica.Hasta las últimas décadas del siglo XX, solo había un sepulcro cercado y con losa, alguna cruz a la cabecera de alguna fosa y una losa, colocada hoy en el suelo del atrio de la iglesia («el tejadillo»).Las fosas iban rotando y la superficie del cementerio era bastante para cumplir con el fin de enterrar a los muertos.En la iglesia de Fompedraza estaban las sepulturas, como era habitual, bajo el piso, cerradas con tres losas, agujereada la del centro.A mediados del siglo XX aún estaba en la sacristía un hierro en ángulo recto con un agujero en un extremo y afilado el otro, que servía para levantar la losa del centro, introduciéndolo en el agujero y apalancado hacia atrás.Hasta las nuevas normas del Concilio Vaticano II, las mujeres, cubiertas con el velo, se colocaban en la iglesia en la nave central, y agrupadas por familias, teniendo cada familia su mobiliario, banquillas, sillas o taburetes y, sobre todo, el hachero, mueble en que se colocaban las velas y hachas de cera con las que se honraba a los muertos de cada familia, encendiéndolas en las ceremonias religiosas, sobre todo si el muerto era reciente.Posiblemente se denominara así por ser el lugar en que anteriormente estaban enterrados los miembros de la familia.Otra diferencia es que siempre acudía algún feriante: fijos los almendreros que a la vez eran los banqueros del juego del bote, y vendedores de caramelos o helados; en alguna ocasión fotógrafos o industriales provistos de una carabina de aire comprimido y unas flecha para el tiro al blanco.La llegada y la vuelta de los músicos era por su propia cuenta, casi siempre a pie.En el intermedio de los bailes la pareja podía seguir paseando y ahí no existía el «favor».Se aprovechaba para pastar, los domingos y festivos de primavera, el ganado de trabajo, mulos (siempre se les llamó machos), asnos y caballos que vigilaba un «vaquero» contratado por el Ayuntamiento.El ganado pasaba el día en el prado y antes de anochecer volvía al pueblo.En el año 2015, el ayuntamiento de Fompedraza estrenó una bandera y un escudo[4]​ con los siguientes descriptivos:
Iglesia de San Bartolomé.
la iglesia a principios del siglo XX .