Esta actividad se ha llevado a cabo en la mayor parte de los países europeos, en los que básicamente por motivos históricos, las parcelas se han dividido por herencia provocando un fraccionamiento excesivo de las fincas rústicas.
Estos dos patrones o estructuras agrarias presentan una dicotomía no exenta de fallas conceptuales que es necesario matizar aquí ya que, en muchas ocasiones, se trata de situaciones que pueden coexistir perfectamente complementándose entre sí sus distintas ventajas en el marco de la geografía agrícola.
Pero la situación de los años 50 mejoró progresivamente y hoy en día la producción agrícola en Extremadura ha mejorado ostensiblemente: tal vez las parcelas han disminuido de tamaño pero su productividad ha crecido en consecuencia.
[7] Una vez que la concentración se ha completado, se producen actuaciones en cascada tendentes a mejorar los drenajes de las tierras, eliminar obstáculos que dificulten la mecanización y el cultivo de las parcelas y allanar los accesos a las fincas.
Las charcas son cegadas, o se excavan a medida usando represas de tierra.
El pastoreo comunal se extingue al mismo tiempo que las eras pierden su función.
Las pistas potencian (y ello es un propósito consciente de la concentración) la inversión agraria en todo el territorio municipal.