El Plan Badajoz fue un conjunto de actuaciones ambiciosas de sucesivos gobiernos españoles, planteadas ya a principios del siglo XX (Plan Gasset), puestas en marcha durante la dictadura franquista y completadas por los primeros Gobiernos de la transición española (regadíos del Zújar), sobre la provincia de Badajoz (España).
La obra social más valiosa fue el movimiento de personas resultante de la distribución de 6000 viviendas familiares, para asentar a otros tantos colonos a los que junto con la vivienda se les proporcionó una parcela para que la cultivasen.
Se instalaron centrales hidroeléctricas con una potencia de 71 000 kilovatios.
Nacieron pueblos como Palazuelo, Puebla de Alcollarín, Zurbarán, Alonso de Ojeda, Los Guadalperales, Gargáligas, Valdivia, Entrerríos, Guadiana (del Caudillo), Valdelacalzada, Pueblonuevo del Guadiana, Sagrajas, Novelda del Guadiana, Gévora (del Caudillo), Valdebótoa, Alvarado, Vivares, Vegas Altas, Villafranco del Guadiana, San Francisco de Olivenza y San Rafael de Olivenza.
La fase más criticada del Plan Badajoz fue la insuficiente industrialización, si bien con relación al Plan se superaron las previsiones de fabricación de piensos compuestos, mataderos, desmotado de algodón, tejidos de algodón, cemento, motores, cervezas, enológicas (vino), oleícolas (aceite) y semoleras.