Evolución cultural

La cultura (que se puede definir como el desarrollo de los usos, costumbres, religiones, valores, organización social, tecnología, leyes, lenguajes, artefactos, herramientas, transportes) se desarrolla por la acumulación y transmisión de conocimientos para la mejor adaptación al medio ambiente.

Al evolucionismo social está formado por ideas como las de Charles Darwin, Herbert Spencer y Lewis Henry Morgan entre otros.

En esto Bernat Muniesa nos dice: A todo esto la evolución social ha sido tomada por quienes estudian a la ciencia del hombre como una fuerza que realiza el trabajo de los factores individuales concretos, determinantes del curso de la historia.

En 1859, Darwin avanzó con el transformismo o evolucionismo ofreciendo sus propias observaciones para demostrar las diferencias recurriendo a la paleontología para de esa forma probar el carácter histórico del proceso.

Por lo tanto los términos de “superior” e “inferior” adquirieron poder para llevar a cabo una clasificación y división.

Admite que la evolución es inevitable en el conjunto de las sociedades, puede no serlo en una sociedad particular e incluso ni siquiera puede ser probable.

A esto lo que llama los hombres primitivos, actuando racionalmente estos se unieron para crear la ley y el gobierno.

Estos dieron paso a que los grupos humanos crearan las clases sociales, sistema económico etc.

Los teóricos del contrato social de la ilustración europea también daban por hecho que los individuos deben llevar a cabo decisiones racionales para crear su propia sociedad.

[8]​ Marx llegó a esta conclusión tomando como base las sociedades civilizadas, o sea la clásica, la medieval y la moderna.

Sin embargo, las sociedades humanas, por medio de la adaptación cultural acumulativa, se desarrollan y evolucionan gradualmente.

Sin embargo, resultan en general más sencillos de describir en términos objetivos una vez producidos.

Los cambios en la estructura normalmente se corresponden a reorganizaciones sociales asociadas al modo de producción.

Las características principales de una identidad cultural en particular son las siguientes: creencias, dioses, símbolos, ubicación geográfica, historia, miembros, tradiciones y costumbres.

En el caso del hombre, en una determinada época, aparece el cerebro, como un órgano apto para el proceso de información.

Auguste Comte.